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LA DURA PARCA

17 de febrero de 1997

A pesar de los avances de la medicina, en cuanto al trance de la muerte, más que adelantar se ha retrocedido. Al menos esa es la conclusión de un estudio publicado en el último número de la revista Anales de la Medicina Interna, según el cual el 40 por ciento o más de los 3.000 ancianos o enfermos terminales que supervisaron experimentaron severos dolores en los últimos tres días de su vida. "Este estudio demuestra que la muerte a menudo es difícil y nada digna", dijo la doctora Joanne Lynn, directora del estudio. Lo que parece dramático es la diferencia con un experimento similar hecho hace 90 años en el hospital Johns Hopkins, que encontró que la muerte era un proceso rápido y pacífico.