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LA ESPERANZA ES LO ULTIMO...

Con la elección de un presidente cristiano apoyado por los sirios se abre una posibilidad de paz.

11 de diciembre de 1989

Como el Parlamento estaba clausurado, los congresistas libaneses tuvieron que reunirse un fin de semana en una abandonada base aérea, ubicada en la zona dominada por las fuerzas sirias. Desafiando la prohibición expresa del general Michel Aoun -comandante del ejército libanés- y casi todos procedentes del exilio, votaron y eligieron como nuevo presidente libanés a René Mouawad, también cristiano.
La huelga convocada por el general para protestar contra esa elección logró paralizar escuelas, almacenes, colegios, bancos y oficinas del gobierno en vastas zonas de Beirut, domina das por los cristianos.En medio de las protestas, miles de simpatizantes del general rodearon la casa de su propio líder espiritual, el patriarca maronita Nassrallah Sfair, quien ha apoyado la elección del nuevo presidente. Enfurecidos,lo zarandearon y, según testigos, lo obligaron a besar un afiche del general Aoun. Posteriormente el patriarca viajaría hacia la zona del país dominada por los sirios, y pediría perdón a Dios para sus atacantes.
El general,que se siente fortalecido con sus 20.000 combatientes cristianos, es el más decidido enemigo del tratado de paz para el Líbano que fue firmado en Taif,Arabia Saudita, el mes pasado. Se mantiene en el poder desde septiembre de 1988 cuando asumió como uno de los dos primeros ministros paralelos al finalizar el período presidencial de Amín Gemayel y fracasar el Parlamento en la búsqueda de un sucesor. El otro premier, Selim alHoss,líder de una faccion musulmana, ya renunció al cargo para que el nuevo presidente, elegido en esa destruida base militar pueda ejercer su cargo.
Apoyado por Siria, Jordania, Argelia y Estados Unidos, el nuevo presidente tiene que manejar con tacto la situación y evitar que el país recaiga en el desangre que lleva 14 años y más de 125.000 muertos.
A pesar del agrio enfrentamiento entre el general Aoun comandante de las fuerzas cristianas y el presidente René Mouawad, cuya legitimidad sigue siendo desconocida por el primero todos coinciden en que se ha logrado una significativa etapa de progreso en la convulsionada situación de ese país.