EE. UU.: las consecuencias de la fuga de unos prisioneros

La fuga de dos peligrosos asesinos de una prisión de máxima seguridad en la ciudad de West Chazy, Nueva York, la semana pasada, transformó a este pequeño pueblo cerca de la frontera con Canadá en prácticamente una base militar. En cuestión de horas, el escape de película de Richard Matt y David Sweat hizo que más de 440 agentes de la Policía –casi el total de la población de West Chazy– rodearan la zona con puestos de control, vehículos de asalto, helicópteros y armas. Casi 50 cadenas de televisión se reunieron para reportar el primer escape que ha tenido la prisión Clinton Correctional Facility en sus 170 años de historia. La fuerte presencia de fuerza pública provocó la cancelación de clases en todo el distrito escolar del estado, por temor a que los escapistas estuvieran escondidos en una escuela poniendo en peligro la seguridad de los estudiantes. El operativo de captura, que al cierre de esta edición completó seis días sin éxito, ha sido más largo de lo habitual según lo demuestran las estadísticas del Departamento de Policía de Nueva York, pues normalmente un reo en fuga es apresado en la primeras 48 horas de búsqueda.