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En La Loche viven principalmente aborígenes dene. | Foto: AP.

FENÓMENO

Qué pasa en La Loche, el pueblo con tres veces la tasa de suicidios en Canadá

En la remota ciudad viven principalmente aborígenes canadienses y se han documentado unas de las tasas más altas de suicidios del país. Una historia que se repite en otras comunidades indígenas.

Alianza BBC
25 de enero de 2016

La iglesia de La Loche, una pequeña comunidad remota en Canadá, se cubrió de luto el domingo. Cientos de personas de esta ciudad de 2.600 habitantes asistieron a la misa para recordar a las cuatro víctimas del tiroteo ocurrido el viernes.

Los cuatro murieron durante un ataque a tiros en una casa y en la Escuela Comunitaria de La Loche, donde varias resultaron heridas.

Según informó la Real Policía Montada de Canadá, Dayne Fontaine, de 17 años, y su hermano Drayden, de 13, murieron a tiros en una casa.

El atacante se dirigió posteriormente al colegio, donde disparó contra el profesor Adam Wood, de 35 años, y la profesora asistente Marie Janvier, de 21 años.

Un adolescente de 17 años fue luego acusado formalmente con cuatro cargos de asesinato en primer grado.

El joven, que no fue identificado debido a su edad, también fue acusado con siete cargos de intento de asesinato.

Los hechos sacudieron a esta comunidad –donde casi todos se conocen– que está formada principalmente por indígenas de la tribu dene, una de las Naciones Originarias de Canadá.

Y aunque se desconoce qué fue lo que llevó al adolescente a llevar a cabo el ataque, algunos dicen que desde hace tiempo “se esperaba que ocurriera algo semejante”.

“Me extraña que esto no haya sucedido más a menudo, dada la desesperación con que se vive”, le dijo a la agencia AP Sheila North Wilson, quien recientemente fue elegida la primera mujer gran jefe del Keewatinowi Okimakanak de Manitoba (MKO), un grupo que representa a 65.000 aborígenes canadienses.

Según North Wilson la tragedia en La Loche demuestra la necesidad de llevar a cabo muchas más inversiones en la salud mental, educación y la economía de las Naciones Originarias.

Marginados

En efecto, en los últimos años las autoridades de las Naciones Originarias han estado advirtiendo sobre la falta de oportunidades, malas condiciones, pobreza y desempleo en que viven las comunidades indígenas en Canadá, uno de los países con mayor renta per cápita del mundo.

Cuando el año pasado asumió su cargo el primer ministro, Justin Trudeau, prometió combatir “los altos niveles de pobreza, crimen, malas viviendas y mala salud de los aborígenes”, que suman el 4% de la población canadiense de 36 millones.

Los dene son sólo una de las tribus que habitan en el noreste de Canadá, en la provincia de Saskatchewan.

Según cifras oficiales la tasa de desempleo llega al 20% en la zona, pero 75% de los pobladores en edad laboral están clasificados como “retirados” o “no en busca de empleo”. Los residentes aseguran que el desempleo real es de más de 50% en la región.

La agencia federal de estadísticas de Canadá muestra que Saskatchewan tiene una de las tasas más altas de violencia familiar de las provincias, de casi el doble de la tasa nacional.

Y entre las comunidades aborígenes de Saskatchewan, La Loche es una de las más pobres.
Pero también se ha visto aquejada por otro problema. Las autoridades sanitarias locales afirman que han documentado unas de las tasas más altas de suicidios y autolesiones en la remota ciudad.

Salud mental

“¿Quién es esta vez? Cuando las sirenas suenan en La Loche, la gente se pregunta si se trata de otro suicidio?”. Así titula el diario local Star Phoenix un reportaje que realizó en mayo de 2015 sobre la salud mental en la ciudad.

En este relata cómo los números de suicidios comenzaron a dispararse en 2005 y siguieron aumentando en los años siguientes.

Según el Friendship Centre, un centro comunitario de La Loche, desde agosto de 2005 a enero de 2010 se documentaron 18 suicidios (en la ciudad de 2.600 habitantes), la mayoría de jóvenes. Y muchos más intentaron quitarse la vida, dice.

Aunque el número de suicidios ha disminuido desde 2010, el problema continúa. Según el periódico, de enero a mayo de 2015, cuando se llevó a cabo el reportaje, tres jóvenes se habían suicidado en la ciudad.
“El último, un joven de 20 años, murió a principios de marzo. Al menos otros cinco intentaron suicidarse esa misma semana”, afirma.

La autoridad regional de salud señala que la tasa anual de suicidios en la zona que incluye a La Loche y otras dos comuidades en la provincia, mostró una tasa anual promedio de suicidios de 43,3 muertes por cada 100.000 habitantes entre 2008 y 2012.

Esto es más del triple de la tasa anual de suicidios de 12,7 por cada 100.000 personas en toda la provincia. Las causas del problema, afirman los expertos, son muchas y muy complejas.

Identidad

Pero uno de los mayores factores, dicen, podría ser la falta de identidad cultural en una comunidad formada principalmente de aborígenes dene.

Muchos jóvenes no hablan la lengua tradicional dene. Y mientras su cultura tradicional se está erosionando, la falta de empleos y oportunidades está conduciendo a las nuevas generaciones a adicciones y desesperanza.

“Cuando un niño o un joven crece viendo tanta desesperación, soledad y adicciones, esto se vuelve muy difícil para ellos”, asegura el jefe del Friendship Centre, Leonard Montgrand.

Le Loche es una ciudad muy remota, con pocas instalaciones y servicios, explica Andrea Hill, la reportera del Star Phoenix.

“No tiene hoteles, no tiene restaurantes con mesas para sentarse, ni salas de cine ni centros de recreo. Ni siquiera tiene un banco. La cafetería más cercana está a más de 100 km de distancia”.

Pero la ciudad sí cuenta con dos bares y una tienda de licores en su principal avenida. “La gente se junta allí al comienzo de la mañana y comienzan a beber en plena vista”, dice Hill.

Canadá fue el primer país que estableció la protección constitucional para sus pueblos indígenas, hace 30 años. Y sin embargo, la situación actual de esta población está muy lejos de reflejar esa vanguardia.

“En cada índice de bienestar social, desde las tasas de mortalidad infantil, hasta el alfabetismo y suicidio, este grupo sigue estando en los márgenes de la sociedad canadiense”, asegura un informe publicado en abril de 2015 en el diario Wall Street Journal.

“Según datos oficiales, el desempleo de aborígenes en las reservas era de 22% en el 2011, comparado con el 7,5% en la población general. Y ganaban un salario promedio de casi la mitad”.

“Los aborígenes suman casi 25% de la población carcelaria en el país”, asegura el diario. La población indígena canadiense está creciendo a un ritmo cinco veces más rápido que otros grupos étnicos del país.
Y es una de las poblaciones más jóvenes: 28% de los aborígenes tiene menos de 14 años, comparado con 16,5% del resto de la población.

Los expertos aseguran que si la disparidad en que vive ahora este grupo no se soluciona, y Canadá no logra integrar mejor a sus aborígenes, el país podría estar creando una bomba de tiempo.