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La nueva Venezuela

Luego de la amplia victoria del ‘Sí’ a su nueva Constitución, la expectativa se centra en el futuro del gobierno de Chávez.

17 de enero de 2000

Como es su costumbre, luego de conocer el triunfo del ‘Sí’ para su Constitución Bolivariana, el presidente Hugo Chávez llamó a la paz, unidad y concordia de todos los venezolanos. Atrás quedó la guerra “a plomo cerrado” a todos los que se oponían al proyecto constitucional. Con el resultado positivo del 71 por ciento de los votos se levantó el telón para dar paso al actor pacificador y dejar sentado con “un borrón y cuenta nueva” que aquí no había pasado nada. Pero las heridas quedaron abiertas.

Sus palabras repitieron el guión: “Se fue el pacto de punto fijo y viene el tiempo de una República de hombres libres que tiene el derecho a ser feliz...Vivamos todos como hermanos donde existamos para ayudarnos y no para destruirnos...Unámonos y seremos invencibles”. A todos los que se le opusieron les dijo que los recibirá “con las manos extendidas y los brazos y el corazón abiertos para construir juntos a la nueva Venezuela, que será de todos... Honor al vencido y gloria al vencedor”.

Pero la contienda sigue. Sin haberse enfriado aún las urnas del referéndum constitucional y los escrutinios, ni haber dado sepultura a la IV República ni al Congreso que cesa en sus funciones, los políticos emergentes venezolanos han emprendido una nueva campaña para las elecciones generales que se van a celebrar entre febrero y marzo del próximo año.

La Asamblea Constituyente, que redactó la nueva Carta Magna, también dejará de existir el 31 de enero próximo, pero en su lugar dejará funcionando un ‘congresillo’ para ocuparse de las leyes pendientes y organizar la transición hasta que se elija el futuro Parlamento unicameral, que se llamará Asamblea Nacional, de 150 diputados.

Se trata del proceso de relegitimación de los poderes en el que se medirá el presidente Hugo Chávez, se disputarán las 23 gobernaciones y las asambleas regionales y se elegirá el Legislativo, todo en un solo comicio, además de las enmiendas constitucionales que propone Hermann Escarrá (ver entrevista). Las municipales también están previstas para marzo.

Los venezolanos serán sometidos a otra agria contienda electoral, esta vez magnificada y mucho más intensa que la que acaban de vivir porque todos los cargos públicos serán disputados. El presidente Chávez dirigirá otra vez sus virulentos ataques contra los adversarios, que hasta ahora le han dado buenos resultados, para tratar de ganar el máximo de gobernaciones posibles al igual que mayor número de diputados en el Parlamento.

Con la nueva Constitución Chávez tiene las herramientas en las manos para transformar las estructuras políticas, económicas y sociales del país con el mayor apoyo popular. En lo político, que es su prioridad y obsesión, lo inmediato son las elecciones generales para reforzar su poder en las provincias y en el Parlamento.

A corto plazo Chávez ha anunciado para el próximo año el relanzamiento de la economía. Aunque este año fue de estancamiento y una contracción de 9 por ciento del PIB, en 2000 continuará sin grandes cambios de planes. Se harán inversiones públicas para reanimar la actividad y se postergarán los ajustes de la gasolina y la electricidad.

Las transformaciones sociales, que son las más costosas, como la seguridad social y el fondo de pensiones y la gratuidad de la educación y la salud, se harán a mediano y largo plazo. El mandatario ha dicho que no tiene recursos para cumplir con estos compromisos contraídos sino dentro de 10 ó 20 años.

El mandatario dividió al país en la campaña. Y los resultados fueron 71 por ciento por el ‘Sí’ y un 29 por ciento por el ‘No’ con una abstención del 55 por ciento del electorado. Se peleó con los principales sectores del país, desde la Iglesia hasta la cúpula empresarial porque habían rechazado el proyecto constitucional. Con su mensaje de paz y reconciliación intentó curar las heridas pero no se sabe cuánto tiempo tardarán en cerrar las fisuras.

La patronal Fedecámaras, como dijo a SEMANA su presidente Vicente Brito, quedó satisfecha con los resultados de la votación del ‘No’. “Por primera vez nos hemos medido en la opinión pública y hemos superado inclusive la presencia de otros actores políticos. Lo importante ahora es conocer lo que va a hacer el gobierno para reactivar la economía”.

Para el sector industrial, según el dirigente Juan Calvo, “tenemos que olvidarnos del aspecto político, la gente tiene que comer y trabajar”. Pero justamente la agitación política es lo que va a predominar en los próximos meses de cara a las elecciones por lo que difícilmente se reactivará la economía.

Los políticos emergentes del chavismo, los agrupados en el Polo Patriótico, entre ellos unos 20 militares que se postularán, ya están haciendo carrera para imponerse por lo menos en el 70 por ciento de las 23 gobernaciones. Por parte de la oposición los dirigentes Alberto Franceschi, Claudio Fermín, Antonio Ledezma y Henrique Sálas Römer también se están preparando para los próximos comicios. Y si las corrientes antichavistas siguen en su tendencia ascendente, que aunque ha sido lenta parece estable, la contienda va a estar como para alquilar balcón.