Home

Mundo

Artículo

La muerte de Kim Jong-Il y la transición de poder a su hijo, el joven Kim Jong-Un, puede convertirse en un factor de cambio substancial para la región Asia-Pacífico. | Foto: AP

MUNDO

"La reunificación de la península coreana podría ocurrir algún día"

Ellen Kim, investigadora asociada de la Oficina para Corea del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, explica las repercusiones que tiene en la región la muerte de Kim Jong-Il y la transición de poder a su hijo, Kim Jong-Un.

Rafael Rojas Abuchaibe, especial para Semana.com
26 de diciembre de 2011

¿Qué tan decisivo puede ser el gobierno de Kim Jong-Un, nuevo líder de Corea del Norte, en la esperanza de un país más abierto o, incluso, en una posible reunificación de la península coreana?
 
Ellen Kim: Es difícil predecir si Kim Jong-Un puede ser un factor decisivo que pueda traer un cambio positivo a Corea del Norte. Debido a que llevó a cabo sus estudios en Suiza, vio el mundo exterior y experimentó la cultura occidental, su mente puede ser la más abierta en el país a reformas. Sin embargo, si Kim Jong-Un quisiera abrir a Corea del Norte al mundo exterior, la situación en la que se encuentra actualmente, estructuralmente, no se lo permitiría pues aún no tiene la autoridad completa. Además, cualquier intento de iniciar semejantes reformas podría poner en riesgo el control que actualmente busca asegurar.
 
Corea del Norte está al borde de convertirse en un estado fallido con su debilitada economía, escasez de alimentos, hambrunas masivas y un creciente descontento público. Con la repentina muerte de Kim Jong-Il, Corea del Norte ahora atraviesa un proceso muy inestable de transferencia de poder que incrementa la posibilidad de un potencial colapso del régimen. La reunificación de la península coreana podría ocurrir algún día o, incluso, la podríamos ver en un futuro distante, pero esta posibilidad depende, en gran medida, de la manera en la que el país afronte su actual periodo de transición. En el caso de que Kim Jong-Un no logre consolidar su poder o, incluso, si se presenta una lucha de facciones dentro del régimen, la probabilidad de un colapso del Status Quo se incrementaría, con lo que estaríamos más cerca de la reunificación de la península coreana.
 
La falta de experiencia de Kim Jong-Un es un tema fundamental, incluso para la misma población norcoreana. ¿Puede este factor llevar a una lucha interna por el poder dentro del régimen?
 
E.K.: Es difícil excluir la posibilidad de una lucha por el poder dentro del régimen luego de la muerte de Kim Jong-Il, quien tuvo casi dos décadas para prepararse a la hora de asumir el poder cuando su padre murió en 1994. Por otro lado, Kim Jong-Un ha tenido menos de tres años para prepararse. Además, aún no es claro si Kim Jong-Un tiene una base consolidada de poder en la que pueda confiar. Dada la corta edad de Kim Jong-Un y su falta de experiencia, estará en la necesidad de depender de asesores quienes podrían potencialmente ejercer como regentes, y en ese caso incrementar una lucha interna por el poder.
 
¿Qué impacto tiene el arribo de Kim Jong-Un a la dirigencia de Corea del Norte en los intereses chinos dentro de la región?
 
E.K.: Para China, Corea del Norte siempre ha sido un riesgo estratégico. A pesar de que el país es un importante amortiguador en la región, también ha sido causa de varios dolores de cabeza (debido, en gran parte, al desarrollo de su programa secreto de armas nucleares y posteriores pruebas en 2006 y 2009, los cuales generaron una fuerte condena de los EE.UU.). En ese sentido, un cambio de liderazgo en Corea del Norte, puede presentarse como una oportunidad con la cual China buscará ‘gestionar’ al país o incluso apretar su control para que Pyongyang acepte reformas económicas intentando recrear el modelo chino.
 
¿Hasta qué punto está dispuesto China a interferir en Corea del Norte si ve sus intereses afectados por el nuevo régimen en Pyongyang?
 
E.K.: Si China ve sus intereses afectados, no dudará en usar su poder e influencia para protegerlos. Como China es el único aliado y, además, patrón económico de Corea del Norte, la influencia que ejerce en la dirigencia del país es inmensa. De la misma manera, el nuevo líder norcoreano necesita el respaldo chino para consolidar su poder, por lo que no arriesgará perder ese apoyo tomando decisiones que puedan afectar los intereses chinos. Al contrario, la era pos Kim Jong-Il en Corea del Norte va a verse marcada por los esfuerzos chinos para intentar sacar provecho de la gran dependencia económica de Pyongyang del régimen de Pekín.
 
¿Qué pasará con las conversaciones a seis bandas sobre el programa nuclear norcoreano?
 
E.K.: Aún no es claro cuánto tiempo habrá que esperar antes del reinicio de las conversaciones a seis bandas. Ciertamente ni Corea del Norte ni los EE.UU. intentarán reiniciar los diálogos hasta que Corea del Norte no termine su periodo de luto. Además, el país necesita tiempo en estos momentos. Desde un punto de vista estratégico, no está dentro de los intereses de Corea del Norte aceptar presión externa en el tema de desnuclearización mientras el país atraviesa un periodo inestable de transferencia del poder. Hasta que Kim Jong-Un no solidifique su base de poder y estabilice la situación interna, Corea del Norte no se ocupará de otros asuntos.