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LA RUTA DEL VIRUS

Afirman que el cólera se transporta por los mismos senderos del narcotráfico.

8 de abril de 1991

La ruta del tráfico de la cocaína podría propagar el cólera por todo el continente latinoamericano y causar una tragedia de dimensiones gigantescas. Eso es al menos lo que temen científicos, investigadores y autoridades sanitarias de varios países de América Latina.

En Perú, donde se concentra el mayor número de casos de cólera (más de 200 muertos y 45 mil afectados), existen enormes plantaciones de hoja de coca, que producen anualmente cerca de 110 mil toneladas.

Los traficantes se movilizan en avión clandestinamente por las fronteras y existe el peligro de que se lleven con ellos el vibrion del cólera, advirtió hace pocos días el doctor Luciano Toledo, del Centro de Enfermedades Endémicas de la Escuela Nacional de Salud Pública de Brasil.

La amenaza es tan grave, que se han movilizado los encargados de salud de los países afectados, como Perú, Ecuador, Bolivia y Brasil, los cuales ya tienen una lista con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, para evitar que la enfermedad se expanda en las pequeñas localidades perdidas de la Amazonia donde funcionan los laboratorios clandestinos para la refinación de la cocaína.

Los traficantes podrian transmiti la enfermedad a través del agua y del alcantarillado a poblaciones que no tienen las mínimas garantias higiénicas y sanitarias, como pueden ser los indígenas y los buscadores de oro.

En América del Sur la hoja de coca es cultivada y transformada en pasta casi en su totalidad en Perú y Bolivia, que obtienen cerca de 1.500 miles de millones de dólares al año. De acuerdo con los datos del satélite NNICC, el principal centro de producción es el valle del Huallaga, un afluente del río Amazonas, en la región de Santa Lucía, Tingo María y Juanjui, donde hay 100 mil hectareas de plantación.

La ciudad peruana de Iquitos, que contabiliza ya más de 20 casos de cólera, es considerada la mayor área de almacenamiento de pasta de coca antes de seguir para los laboratorios de procesamiento de Colombia y Brasil. Allí existen vuelos regulares entre Iquitos y Manaos. Aunque la epidemia se ha presentado sobre todo en la costa peruana, empieza a extenderse al sur de Perú, cerca de Bolivia, y ya se han presentado algunos casos en comunidades indígenas de la Amazonia, si guiendo la ruta de los traficantes. Esos casos no han sido confirmados oficialmente, y la información es mantenida con gran reserva.

Para que la enfermedad sea controlada se necesitaria un plan de vigilancia epidemiológica continental, para lo cual se están preparando las autoridades, aunque con grandes dificultades, tanto económicas como de vigilancia. Otro factor que dificulta el control, es el que las personas provenientes de las zonas afectadas pueden ser portadoras del microorganismo y no presentar sintomas de la enfermedad, como diarrea y vómito, lo que dificulta aun más el diagnóstico.

Entre los paises que más temen la propagación del cólera está Brasil Con 150 millones de habitantes, de los cuales 70 millones viven en la pobreza, las posibilidades de una epidemia incontrolable en las zonas más miserables es altisima. La cuenca amazónica es seguramente la región que más riesgos presenta, dado que muchas ciudades y pequeñas poblaciones viven del contrabando entre ellas y hay una gran movilidad entre un país y otro, sin hablar de los servicios de salud que son eternamente de ficientes. Sin embargo, ya comienzan a verificarse polémicas acerca de la manera de combatir la enfermedad, y mientras los gobiernos locales prohiben la entrada de extranjeros, el Ministerio de Salud brasilero aconseja mantener abiertas las fronteras, por que considera que es la mejor manera de evitar que se expanda la enfermedad.

Así pues, la Amazonia, considerada uno de los mayores pulmones del planeta y símbolo del ecologista con prometido, podría convertirse paradójicamente en uno de los más terribles difusores de la bacteria que determinarian otros dramáticos tiempos del cólera.