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La tensión regresa a la península coreana

Corea del Sur realizó ejercicios militares en medio de las amenazas de Corea del Norte y un día después de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad.

Alianza BBC
20 de diciembre de 2010

El sonido del fuego de artillería estremeció de nuevo a la isla surcoreana de Yeonpyeong, escenario el mes pasado de un ataque por parte de Corea del Norte que causó la muerte de dos soldados y dos civiles de Corea del Sur.

Pero en esta oportunidad los únicos disparos se produjeron como parte de unas maniobras militares surcoreanas.

Pyongyang, sin embargo, había amenazado con responder con fuego a unos ejercicios que denunció como una provocación.

Y el aumento de la tensión motivó incluso una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), celebrada el domingo, la que concluyó sin acuerdo luego de ocho horas de negociación.

El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, reconoció al final del encuentro que la comunidad internacional se había quedado sin una estrategia para lidiar con la situación.

Pero analistas como Kim Eng Tan, de la agencia calificadora de riesgo Standard & Poor's, descartaron por el momento la posibilidad de una escalada militar.

"La perspectiva es estable y estamos asumiendo que esto no va a deteriorarse para dar lugar a un conflicto militar generalizado", le dijo Tan a la agencia de noticias Reuters.

El analista, sin embargo, también reconoció que el riesgo de guerra era "mucho más alto" que uno o dos meses atrás.

Advertencias y amenazas

Antes del inicio de los ejercicios, Seúl había explicado que todos los disparos estarían dirigidos hacia el sur-oeste, en dirección contraria a la disputada frontera marítima entre los dos países.

Pero el Norte insistió que cualquier disparo realizado desde la isla de Yeonpyeong inevitablemente caería en sus aguas territoriales, por lo que se vería obligado a responder "con un impredecible golpe en defensa propia".

China y Rusia le pidieron a Corea del Sur que cancelara los ejercicios, pero Estados Unidos defendió el derecho de su aliado a garantizar que está "adecuadamente preparado" para responder a las "continuas provocaciones" de Pyongyang.

Y en el nivel doméstico, el gobierno surcoreano también enfrenta la considerable presión de quienes demandan una postura más firme en relación con sus vecinos, especialmente a raíz del bombardeo del 23 de noviembre pasado, con el que Corea del Norte respondió a unos ejercicios militares muy similares a los realizados en esta oportunidad.

¿Inspectores nucleares?
 
Así las cosas, el contexto no parecía especialmente propicio para la visita no oficial del veterano político estadounidense Bill Richardson, quien viajó a la zona en un esfuerzo por disminuir la tensión.
 
Pero según reportes de CNN, funcionarios del gobierno norcoreano le dijeron al gobernador de Nuevo México que iban a permitir el ingreso al país de inspectores nucleares de la ONU.

La versión, sin embargo, aún no ha sido confirmada de manera oficial.

Y hará falta mucho más para reducir efectivamente la tensión entre las dos Coreas.

Efectivamente, aunque los dos países se encuentran entre un perpetuo estado de guerra y tregua desde hace más de 50 años, el bombardeo en contra de Yeonpyeong de noviembre pasado es considerado por muchos el acto hostil más grave desde la firma del armisticio de 1953.