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"La Unión Europea aún cree en la paz"

En entrevista exclusiva para SEMANA Denis MacShane, ministro británico para América Latina, examina el futuro de la región y de la paz en Colombia.

2 de junio de 2002

SEMANA: ¿Conside-ra que la integración entre América Latina y la Unión Europea avanza por buen camino?

Denis MacShane: Hay muchas áreas en las que podemos trabajar como socios y también oportunidades de comercio e inversión. La pasada cumbre eurolatinoamericana de Madrid, el 17 y el 18 avanzó en el propósito de establecer una ?relación estratégica? entre las dos regiones, basados en un diálogo político, económico y cultural.

SEMANA: Usted habla de la política exterior como un proceso de aprendizaje entre naciones. ¿Qué implicaciones tendrá este nuevo enfoque en una región tan convulsionada como América Latina?

D.M.: Colombia es un ejemplo clásico de la manera como el terrorismo, la insurgencia política y la mezcla del crimen (secuestro) y las drogas están ahora entrelazados. Las Farc, el ELN y las AUC son enemigos de todos nosotros.

SEMANA: ¿Considera usted que Colombia se ha convertido en un país problema no sólo para Estados Unidos sino para sus propios vecinos?

D.M.: El flujo de drogas a Estados Unidos y a Europa es un problema internacional, al igual que el terrorismo de la guerrilla y los paramilitares. Existe la preocupación de que el rompimiento de los diálogos de paz en febrero pueda causar problemas en las fronteras. Colombia planea realizar una Cumbre Andina en un esfuerzo renovado por fortalecer las relaciones políticas y económicas con sus vecinos de la región.

SEMANA: ¿Cómo cree que evolucionará el tema de la paz en Colombia con el cambio de gobierno?

D.M.: Habrá oportunidad para la paz siempre que haya voluntad política para alcanzarla. El Reino Unido y la Unión Europea siguen al frente de los esfuerzos internacionales por apoyar un proceso de paz en Colombia. Pedimos al gobierno colombiano que fortalezca sus esfuerzos a través de negociaciones, busque un acuerdo de cese al fuego, combata el paramilitarismo y tome medidas concretas para acabar con la impunidad. Creemos que el papel de la comunidad internacional es ahora más importante que nunca.

SEMANA: ¿Por qué fracasó el proceso de paz en Colombia?

D.M.: El proceso de paz no ha muerto. Solamente los diálogos con las Farc en su forma actual han llegado a su final. Los diálogos con el ELN continúan y este avance es alentador.

SEMANA: ¿Cómo percibe la Unión Europea la crisis humanitaria en Colombia?

D.M.: Nos preocupa la seguridad de todas las comunidades vulnerables en Colombia y, también, la seguridad de políticos electos, líderes sindicales, defensores de derechos humanos y de quienes trabajan en ayuda humanitaria. Le pedimos al gobierno colombiano que tome medidas urgentes y eficaces para su protección.

Para hacer frente a esta situación la Unión Europea se comprometió en abril de 2001 a contribuir con alrededor de 330 millones de euros para apoyar el proceso de paz durante el período 2001-2006. El Reino Unido contribuye con este paquete que da importancia particular al imperio de la ley, la defensa de los derechos humanos y la ley humanitaria internacional, la asistencia a las víctimas de la violencia, la protección del medio ambiente y al apoyo a la cooperación regional. Además la Unión Europea se ha comprometido a seguir apoyando los proyectos humanitarios en Colombia, cuyo costo actual es de alrededor de 10 millones de euros anuales. Recientemente asignó un representante para la ciudad de Barrancabermeja con el fin de supervisar la entrega de la ayuda a esta región, en donde la Unión Europea acaba de firmar un acuerdo por 42,2 millones de euros para un laboratorio de paz en el Magdalena Medio. Hay una creciente preocupación en Gran Bretaña y en Europa por el asesinato de líderes sindicales. Ellos necesitan especial protección.

SEMANA: ¿Qué tratamiento deben recibir la guerrilla y los paramilitares en la Unión Europea?

D.M.: La Unión Europea condena todos estos grupos ilegales. Es necesario poner en contexto la reciente controversia sobre su clasificación. El proceso de hacer una lista de las organizaciones terroristas es puramente para fines de congelar los activos de estos grupos y es sólo una de las medidas antiterroristas tomadas por la Unión Europea. Esto es continuo, con revisión periódica. El proceso funciona por consenso y las deliberaciones para llegar a una decisión en particular siguen siendo confidenciales. El Reino Unido cree que las Farc y el ELN deben ser incluidos en la lista para congelamiento de activos y propuso en ese momento que ellos, junto con las AUC, debían ser clasificados así. Seguiremos presionando para que sean incluidos.