Las armas de la discordia

El hallazgo de un barco cargado con 50 toneladas de armas destinadas a las autoridades palestinas tiene al líder Yasser Arafat entre la espada y la pared. Las autoridades israelíes encontraron el embarque hace dos semanas y el capitán del buque, Omar Akawi, detenido en Israel, dijo que recibía órdenes de Adel Awadala, un representante palestino en Grecia. Las acusaciones del gobierno de Ariel Sharon contra el gobierno autónomo palestino no se hicieron esperar. Sin embargo Arafat negó cualquier relación con el navío y anunció que su gobierno adelantaría su propia investigación del asunto para determinar si algún miembro de su administración estuvo involucrado. Según él, las acusaciones en su contra no son más que una cortina de humo para sabotear las negociaciones que llevarían a un nuevo cese al fuego. A pesar de estas declaraciones las pruebas proporcionadas por Israel a Estados Unidos convencieron al presidente George W. Bush de la participación de Arafat. Por eso declaró en tono amenazante que el palestino debía renunciar de una vez por todas al terror.