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Las damas primero

La oleada de mujeres gobernantes y un grupo en donde se perfilan futuras dirigentes demuestran que, cada vez más, ellas ganan espacio en la política.

5 de febrero de 2006

Los días en los que las mujeres que llegaban al poder eran vistas como una rareza, o en los que se catalogaban sus ascensos en política como hechos sin precedentes, son cosa del pasado. En un campo históricamente machista, ellas comienzan a llevar la batuta alrededor del mundo.

Hasta el año pasado una docena de países eran gobernados por presidentas, (Finlandia, Irlanda, Letonia, Liberia y Filipinas) o Primeras Ministras (Mozambique, Nueva Zelanda, Bangladesh, Santo Tomé y Príncipe, y Alemania). Recientemente, al exclusivo club de las mujeres gobernantes se unieron la presidenta chilena, Michelle Bachelet; la canciller alemana, Ángela Merkel, elegida en septiembre, y Ellen Johnson-Sirleaf, quien el 8 de noviembre le ganó en segunda vuelta al ex futbolista George Weah, en Liberia. En estos casos se trata de la primera ocasión en que una mujer llega a esa posición en sus respectivos países y, en el de Johnson-Sirleaf, de la primera presidenta elegida en un país africano.

Para algunas, el asunto del género parece muy importante. La semana pasada, la socialista Tarja Halonen, quien fue reelegida como presidenta de Finlandia, declaró que "En Finlandia y en Chile hay ahora mujeres presidentes", y remató con un "venceremos" dicho en español. Otra que hizo gala de solidaridad femenina fue la francesa Ségolène Royal, quien llegó a Chile en los últimos días de campaña presidencial en ese país, con el doble propósito de apoyar a Bachelet y dar un golpe de opinión en política exterior, uno de los campos que más le cuestionan junto con la economía.

Royal, madre de cuatro hijos, esposa del primer secretario del Partido Socialista (PS), François Hollande, y presidenta de la región de Poitou-Charentes, es el fenómeno político de cara a las elecciones presidenciales de 2007, aunque aún se debate su estatura presidencial. Esta política de 52 años se ha desempeñado como ministra de Medio Ambiente, Educación Escolar y Familia e Infancia en los gobiernos socialistas. Pero la hoja de vida de Ségo, como se le conoce, no ha sido suficiente para que sus rivales por la candidatura del PS dejen de descalificarla con argumento machistas.

"¿Quién va a cuidar de los niños?", preguntó el ex ministro Laurent Fabius, mientras que el senador Jean-Luc Mélenchon aseguró que

"la elección presidencial no es un concurso de belleza". Pero los dardos parecen aumentar su simpatía entre los electores y muchos pronostican una apasionante competencia entre ella y el actual ministro del Interior, Nicolas Sarkosy, que podría convertirla en la primera presidenta francesa.

También en Estados Unidos muchos anticipan una lucha presidencial en la que las mujeres serán protagonistas. La senadora demócrata Hillary Rodham Clinton y la actual Secretaria de Estado republicana, Condoleezza Rice, son vistas por muchos como unas buenas candidatas. Rodham, que es cada vez más conocida por su apellido de soltera que por el de su esposo, el ex presidente Bill Clinton, no ha confirmado su postulación por el Partido Demócrata para las elecciones de 2008, pero en los círculos políticos su participación se da por descontada. Además, su capital político crece como la espuma mientras se va lanza en ristre contra el gobierno de George W. Bush, al que ha calificado como "uno de los peores de la historia".

Desde la otra orilla, los republicanos no tienen una figura clara que los represente. Condoleezza Rice, la actual Secretaria de Estado, ha repetido en varias ocasiones que no está interesada en el cargo, pero su nombre no para de sonar y es vista con buenos ojos dentro del partido. Además, aunque hace parte del gabinete del alicaído gobierno de Bush, su popularidad se mantiene por encima del 60 por ciento. Así las cosas, y aunque ninguna de las dos candidaturas es un hecho, "Condi vs. Hillary" sería un enfrentamiento para el cual muchos alquilarían balcón.

El fenómeno se extiende por Suramérica. Bachelet podría tener como vecina a la derechista Lourdes Flores, de Unidad Nacional, quien está liderando las encuestas en Perú y podría ganar la presidencia el próximo 9 de abril. Aunque el ex militar Ollanta Humala le pisa los talones, Flores viene repuntando y ahora está a la cabeza de todos los sondeos. Esta abogada de 46 años y ex congresista en representación del Partido Popular Cristiano fue una de las principales opositoras de Alberto Fujimori, al punto de que cuando el 'chino' disolvió el Congreso, en 1992, muchas sesiones de la cámara de diputados que tenían como fin derrocar al mandatario, se hicieron en la casa de Flores. Aunque recientemente el presidente venezolano, Hugo Chávez, la tachó de ser la candidata de la oligarquía, el apoyo popular sigue creciendo y ella cada día que pasa parece alejarse más de sus rivales.

Un poco más al sur, algunos argentinos ven en la senadora y Primera Dama, Cristina Fernández de Kirchner, que arrasó en las elecciones legislativas en Buenos Aires, una potencial presidenta cuando su marido abandone el puesto. Y es que esta mujer de 52 años ha forjado una carrera política propia y que se ha demostrado sólida hasta el momento. 'La rebelde', como es conocida por sus compañeros en el parlamento, empezó su carrera en las juventudes peronistas y ha sido congresista en los últimos 10 años. Muchos anticipan que para 2007 la Casa Rosada, hogar del Presidente de esa nación, no cambiará de huéspedes.

También en Israel la nueva estrella política es una mujer. En medio de la incertidumbre por la sucesión del Primer Ministro, Ariel Sharon, el nombre de la ministra de justicia, Tzipi Livni, una ex abogada del Mosad (el servicio secreto israelí) sonó con fuerza. Aunque finalmente el liderazgo de Kadima, el nuevo partido de centro, quedó en manos de Ehud Olmert, Livni pasó al Ministerio de relaciones exteriores, la misma posición que Golda Meir ocupó antes de convertirse en Primera Ministra en 1969. Miembro de una familia ultranacionalista, Livni ha apoyado la cesión de tierra ocupada a los palestinos para preservar la integridad de Israel y desde su cartera promovió mayor presión sobre los palestinos para que desarmen los grupos radicales. Con apenas 47 años, los observadores la ven como una obvia opción para Primera Ministra en 2010.

En el continente negro, la sudafricana Phumzile Mlambo-Ngucka podría seguir los pasos de la liberiana Hellen Johnson-Sirleaf. Desde el Ministerio de minas, un sector clave en la economía de su país, Mlambo-Ngucka ganó prestigio como impulsora del Black Empowerment, una política para fortalecer el acceso y la posición de los negros en las firmas sudafricanas, manejadas tradicionalmente por blancos. En junio fue nombrada vicepresidenta, un posición privilegiada que la pone en primera línea para suceder a Thabo Mbeki en 2009.

Ya algunos nombres como el de Golda Meir, en Israel; la Primer Ministro india, Indira Ghandi; Mireya Moscoso, en Panamá, y la "Dama de hierro" británica, Margaret Thatcher; entre otras, abrieron el camino para el sexo femenino en política. Algunas han conducido sus países con éxito y otras han sido controversiales o han salido en medio de escándalos de corrupción, al igual que muchos mandatarios hombres. En una época en la que ellas han igualado las cargas, empieza a quedar claro que más allá de un problema de faldas contra pantalones, gobernar es un asunto de simple responsabilidad política. n