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"LAS FARC NO SON INVENCIONES DE LA IMAGINACION NORTEAMERICANA"

En forma exclusiva SEMANA habla con la señora Kirkpatrick sobre Centroamérica y el proceso de paz en Colombia

3 de septiembre de 1984

Del cúmulo de personas que intervienen en el diseño de la política externa de los Estados Unidos, el nombre de Jeanne Kirkpatrick es especialmente relevante cuando de Centroamérica se trata. Desde que fuera nombrada embajadora ante la ONU por la Casa Blanca en 1981, Jeanne Kirkpatrick se ha constituido en una de las principales exponentes de la línea dura de la administración, siendo quizá actualmente la persona que más "pesa" en el gabinete a la hora de tomar una línea de acción en Latinoamerica. Pese a ser un miembro del Partido Demócrata, la Kirkpatrick es una ayuda incondicional del régimen republicano y se rumora que de resultar Reagan electo por segunda vez, se le dará el puesto de Asesor de Seguridad Nacional que ahora ostenta Robert Mc Farlane.
En su oficina de Nueva York, enfrente del edificio de las Naciones Unidas, Kirkpatrick recibió a SEMANA, concediendo la siguiente entrevista:
SEMANA: En los últimos meses la situación en Centroamérica ha cambiado en comparación a por ejemplo, hace un año o el principio de 1984. ¿Cómo ve usted la situación general del área hoy en día? JEANNE KIRKPATRICK: Creo que el cambio más grande ha sido en el nuevo gobierno salvadoreño, como resultado de las elecciones. Considero que tener un Presidente elegido popularmente --no simplemente una asamblea-- ha reforzado al gobierno. La elección de Duarte es un desarrollo importante en la región. Aparte de eso, no veo muchos cambios en comparación a, digamos, el comienzo de este año. Lo que veo es una continuación de la construcción militar en Nicaragua y del proceso de consolidación de dictadura por parte de un partido, continuación de la guerra en El Salvador, y continuación de los esfuerzos de los países del Grupo Contadora para encontrar soluciones pacíficas.
S.: Tal parece que el triunfo de la candidatura de Duarte fue también un triunfo para los intereses de los Estados Unidos...
J.K.: Bueno. Yo pienso que el triunfo de Duarte es un triunfo para las fuerzas democráticas de laregión. No es sólo un triunfo para los Estados Unidos, sino también un triunfo para Colombia, Venezuela y cualquiera de los demás países del área interesado en instituciones democráticas.
S.: Entre las críticas que se le hacen a los Estados Unidos, está la de la posición que éste asume respecto a ciertas personas en El Salvador. Por ejemplo, hace unos días Roberto D'Aubuisson recibió una visa por parte del Departamento de Estado norteamericano para entrar a este país y fue recibido en Washington por senadores republicanos como Jesse Helms. ¿Significa esto que la administración no presta atención a los reportes que hablan de D'Aubuisson como un asesino que planeó la muerte de monseñor Oscar Romero, de miles de salvadoreños y del embajador de Estados Unidos en San Salvador, Thomas Pickering?
J.K.: Primero que todo, no creo que sea del todo correcto decir que el señor D'Aubuisson fuera recibido por el gobierno de los Estados Unidos. No lo fue. El fue recibido y atendido por un senador, y nuestros senadores mantienen una política de independencia frente a la política de los Estados Unidos. Así lo hacen los colombianos y eso no debería ser difícil de entender para gente que viva en un sistema democrático. Por otro lado, nosotros también tenemos una política de otorgar normalmente visas y acceso a este país a muchos líderes extranjeros que esten participando en procesos democráticos. En relación a los cargos específicos que se han hecho contra el señor D'Aubuisson creo que ésas son cuestiones de evidencia y no me encuentro, personalmente en una posición para confirmar o negar los cargos, ni creo que muchos de nosotros lo estamos. Si la evidencia está disponible, entonces esta debería ser presentada en una corte y bajo el mandato de la ley.
S.: Hay reportes que dicen que el gobierno hondureño ha cambiado su posición respecto a los "contras", como resultado del cambio de ministro de Defensa...
J.K.: Hay también reportes que dicen lo contrario y si se desea saber acerca de las políticas de los hondureños habría que acudir a ellos. He leído reportes y contra-reportes y, francarnente, no he seguido los hechos de cerca.
S.: Se dice también que los Estados Unidos desean instalar bases militares permanentes en Honduras...
J.K.: Obviamente, cualquier clase de arreglo entre los Estados Unidos y Honduras será basado en decisiones tomadas por ambos gobiernos a través de los respectivos procesos constitucionales. En nuestro caso eso significa un acuerdo controlado por todos los procesos legales normales del gobierno. Este tipo de decisión no es hecha tan sólo por la administración sino que debe ser confirmada por el Congreso. Por lo tanto, creo que es prematuro hablar acerca de eso en esta etapa, porque la administración no ha hecho tales propuestas.
S.: ¿Cree que los Estados Unidos están muy interesados en instalar bases militares en Honduras?
J.K.: Si estuviéramos muy interesados, lo habriamos propuesto formalmente a los hondureños o al Congreso y eso no lo hemos hecho. Lógicamente los Estados Unidos está interesado en una cooperación cercana con Honduras, y una muestra de esa cooperación cercana se ha reflejado en las maniobras (militares) conjuntas que han tenido lugar. Por consiguiente, si se quiere saber qué es lo que nosotros proponemos y apoyamos y qué es lo que los hondureños proponen y apoyan, entonces hay que mirar lo que hemos hecho.
S.: Existe la impresión en ciertos sectores de opinión latinoamericana que la política de Estados Unidos hacia Nicaragua es la equivocada. Se han hecho cargos que dicen que los Estados Unidos está exagerando la amenaza de Nicaragua y que hay cierta histeria de parte de Washington al acusar a los sandinistas de hacer esto y aquéllo. ¿Usted que opina?
J.K.: Ciertamente los Estados Unidos no es histérico. No hay nada de histeria en la respuesta norteamericana a Nicaragua. Quisiera decir lo siguiente: el M-19 o las FARC no son invenciones de la imaginación norteamericana. Esas son realidades de Colombia. Tampoco, me imagino, fue una invención de la imaginación norteamericana el avión libio con armas para las guerrillas colombianas o la conexión con los narcotraficantes. Esas son realidades de Colombia. Los estrechos vinculos de Nicaragua con el bloque soviético, la militarización de Nicaragua, la consolidación de la dictadura de un sólo partido, la opresión de la prensa libre, de los comerciantes, de la Iglesia, ninguna de ésas es una invención de la imaginación norteamericana, cada una es real. Ahora, quisiera decir para que quede claro que el desarrollo e implantación de dictaduras de partido expansionistas en Centroamérica constituyen menor amenaza para la seguridad de los Estados Unidos, que para otros países en la región. Y digo eso porque como resultado de alguna preocupación significativa con la desestabilización de la paz en la región, fue que el proceso de Contadora fue iniciado e impulsado. Este constituye cierto tipo de consenso entre los países del área, acerca de la importancia de tener ciertos patrones de arreglo que sean consistentes con la paz y la no intervención entre las naciones envueltas.
S.: En lo que hace a la supuesta conexión entre Nicaragua y la guerrilla salvadoreña, David McMichael, un ex-analista de la CIA ha dicho que los Estados Unidos ha representado en forma errónea y sistemática el envolvimiento de Nicaragua en el aprovisionamiento de armas fide la guerrilla),para justificar los esfuerzos de derrocar al gobierno de Nicaragua...
J.K.-: David McMichael era un empleado de bajo rango de la CIA con acceso muy limitado a información, y es muy interesante que se le haya prestado tanta atención. Muchos de nosotros que hemos tenido un mejor acceso a los archivos del gobierno de los Estados Unidos, hemos dicho lo contrario.
S.: Hay también otras fuentes. Se ha reportado que el embajador de los Estados Unidos en El Salvador ha reconocido que no se tiene una sola prueba material de la participación nicaraguense...
J.K.: Eso no es cierto. Hay una gran cantidad de pruebas materiales, las cuales han sido selladas y descritas no solamente por la administración norteamericana, sino también por el Comité Selecto de la Cámara de Representantes en actividades de inteligencia, y tambien por toda una corriente de desertores provenientes de la guerrilla salvadoreña y del gobierno nicaraguense. Esto ha sido descrito en publicaciones, incluyendo algunas latinas. Existe siempre una decisión muy difícil de hacer acerca de la clase y cantidad de evidencia que uno quiere hacer pública, porque hay que escoger entre revelar las fuentes de inteligencia --métodos de recolección-- por un lado, y presentar completamente lo recogido, por otro. Nuestro gobierno ha estado preocupado por ambos. Se han tomado decisiones para proteger la fuente en algunos casos, y en otros se han compartido los datos con grupos partidistas y periodistas. Negar la conexión constituye no sólo distorsión sino rechazo de montañas de hechos.
S.: Los sandinistas tienen sus elecciones programadas para el próximo noviembre. ¿Tiene usted alguna expectativa sobre el resultado?
J.K.: Leí la ley electoral y ésta deja en claro que quien está en control del proceso electoral es el Consejo Estatal, el cual es controlado por los sandinistas. Es claro, además, que para realizar elecciones libres se requieren prensa y demás medios de comunicación libres, con acceso a éstos de los grupos de oposición envueltos. Si eso se da, se tendrán elecciones libres. Si no, pues no. Hasta ahora los prospectos no se ven muy buenos.
S.: Un académico interesado en Nicaragua ha dicho que los sandinistas están asustados de abrir "demasiado" el proceso electoral porque temen que la CIA pueda financiar grupos de oposición tal como hizo en Chile en 1970 y en la campaña de Duarte en El Salvador en el primer semestre de 1984. ¿Cree que esa percepción es correcta?
J.K.: Yo no sé si la percepción de los sandinistas es correcta, pero me gustaría anotar que el gobierno de Nicaragua ha recibido cientos de millones de dólares en ayuda externa. Ortega ha estado en la Unión Soviética y el bloque oriental hace poco, asegurando ayuda externa adicional del bloque soviético. Yo no pienso que los sandinistas hayan tenido ningún problema asegurando la cantidad de dinero que necesiten para financiar sus elecciones. Me preocupa, francamente, que si se mira a lo sucedido desde julio de 1979 hasta el presente, la evidencia sugiere que los miembros de la junta sandinista no estan, simplemente, dispuestos a compartir el poder. Ellos han hablado acerca de asegurar el monopolio del poder político, motivo por el cual establecieron el Consejo Estatal de manera que les asegure una mayoría continua, lo que ocasionó la renuncia de Alfonso Robelo, junto a otros que tenían poder legítimo. Entonces lo importante es su falta de voluntad de compartir el poder, no el miedo del apoyo externo, porque ellos tienen cientos de millones de dólares que son el factor clave en su fracaso o su éxito.
S.: Los Estados Unidos se han reunido con los sandinistas en Cancún, México. ¿Nos puede dar sus impresiones al respecto?
J.K.: No. Sólo comentaré que los Estados Unidos sólo desean fortalecer el proceso de Contadora. Más allá no diré.
S.: El Congreso de los Estados Unidos ha rechazado los pedidos de la administración respecto a más millones para los "contras". ¿Cree que el Congreso está equivocado?
J.K.: Creo que es un error. Pero antes quisiera aclarar que no es del todo cierto que el Congreso rechazara el pedido. El Senado lo aceptó, la Cámara lo rechazó y yo creo que el tema será puesto a consideración pronto y, esperamos, el Congreso cambiará de idea.
S.: ¿Por qué es un error?
J.K.: Porque desafortunadamente el gobierno nicaraguense ha fallado en compartir el poder y respetar las libertades civiles en contra de los deseos de la gente de Nicaragua. Creo que ellos no respetan el derecho de soberanía de El Salvador ni tampoco el de Honduras y mientras ellos persistan en esta práctica de atormentar a sus vecinos o rehusándose a compartir el poder, tiene sentido ofrecer apoyo a otros medios de persuasión. Las guerrillas en El Salvador se han negado a deponer sus armas y respetar las elecciones libres. Los "contras", por otro lado, han ofrecido repetidamente deponer sus armas y participar en elecciones libres. Yo pienso que hay una mejor manera en la cual se puede resolver la cuestión de compatir el poder y ésa es a través de conversaciones pacificas, de parte de las tropas nicaraguenses y salvadoreñas. Pero desafortunadamente eso no ha pasado hasta ahora. Yo le tengo también mucha simpatía a los nicaraguenses que quieren establecer una democracia en su país. Muchos de los líderes de los "contras" es gente que peleó contra Somoza porque querían establecer una democracia en Nicaragua. Ellos todavía quieren hacerlo y tienen mis mejores deseos.
S.: Senadores norteamericanos como Christopher Dodd, han dicho que ésa no es la manera de tratar con los problemas de la región. Que el apoyo a los "contras" es inmoral, inapropiado y que crea una mala imagen de los Estados Unidos en el resto del mundo. Además, desde que los "contras" han operado han tenido escaso éxito militar y no pueden derrotar al ejército nicaragdense. ¿No es, por lo tanto, éste el tiempo de intentar otro camino?
J.K.: Creo que uno de los problemas reales de las democracias occidentales es el de mirar las dificultades en un contexto temporal muy corto. Las guerrillas en El Salvador han estado luchando por mucho más tiempo que los "contras", cerca de seis meses después de la implantación del gobierno sandinista. Ellas no han demostrado indicios de tener su apoyo recortado por el bloque soviético y Nicaragua. Yo pienso que todos tenemos una tendencia a esperar resultados rápidos, casi que de un día para otro. Yo comparto esa característica. Ahora, yo creo que sería apropiado para la gente de Centroamérica resolver sus problemas pacíficamente a través de procesos libres y democráticos. Lo mejor sería que los diferentes partidos depusieran sus armas y aceptaran el comienzo de un proceso de reconciliación interna, pero desafortunadamente ése no parece ser el caso. Una de las razones por las que yo apoyo tan fuertemente el proceso de Contadora es por el énfasis que pone en la reconciliación regional. Yo continúo teniendo la mejor de las esperanzas.
S.: A pesar de lo que dice usted sobre Contadora, existe la impresión en sectores de Latinoamérica que los Estados Unidos simplemente no toman en serio el esfuerzo de los países del Grupo de Contadora...
J.K.: Creo que eso es simplemente un error. Se sabe que los Estados Unidos confronta este problema a menudo. Si nosotros hubiéramos abrazado el proceso de Contadora, se nos habría criticado por suavizarlo con nuestro abrazo. Lo que tratamos de hacer es apoyarlo pero mirar desde lejos y dejarlo pasar. Creo que ésa es la única posición factible para nosotros.
S.: Los países de Contadora apoyan un retiro mutuo de todos los asesores militares extranjeros de los países del área. ¿Estarían los Estados Unidos dispuestos a retirar sus asesores en caso de que las demás naciones retiren los suyos?
J.K.: Tenemos 55 asesores militares en El Salvador. No es difícil para nosotros retirar nuestros asesores de ahí. Tampoco lo es retirarlos de Honduras, todo lo contrario. Esos asesores norteamericanos son pocos y de número limitado y están allí como respuesta a los problemas creados por la presencia de miles de autoridades cubanas y del bloque soviético en Nicaragua. Hay entre 12.000 y 15.000 personas del bloque soviético y de Cuba en Nicaragua. De ésos, por lo menos 3.500 son estrictamente militares y muchos otros pueden actuar como tal.
S.: El gobierno colombiano ha firmado una tregua con los grupos guerrilleros más importantes del país. ¿ Usted cree que eso pueda ser un ejemplo para Centroamérica?
J.K.: Yo le deseo al gobierno y a la sociedad colombiana toda la suerte en sus esfuerzos. Espero que les funcione. El tiempo lo dirá. Pienso que ésa es una decisión del gobierno colombiano y no apropiado para mí comentar al respecto, excepto para decir que esperamos que funcione.
S.: A usted se le ha citado como una defensora del "statu quo" de los países subdesarrollados para evitar la inestabilidad política...
J.K.: Toda mi vida he insistido en reformas sociales a través de medios democráticos. Yo me opongo al uso de violencia en la política con el objeto de traer un cambio. Pienso que la lucha armada lleva no a la democracia sino a la dictadura y a la opresión.
S.: Pero si usted toma el caso de los "contras", ¿qué es eso? ¿Una manera violenta de encaminarse al capitalismo?
J.K.: Yo no creo en hacer nada a través de medios violentos, pero creo que el uso de la fuerza es justificado para hacer contrafuerza. También creo que las sociedades y la legislación progresivas son las mejores. Crecimiento y progreso económico se pueden encontrar en dictaduras represivas, pero más frecuentemente en democracias y conseguidos a través de medios democráticos. Creo que el movimiento más revolucionario de este siglo es la revolución democrática que comparte el poder con la gente, y en la cual la gente común tiene oportunidad de participar en las decisiones que su gobierno hace.
S.: El viaje de Jackson trajo de nuevo el tema de normalización de relaciones con Cuba. ¿Cree que hay algún terreno para que Estados Unidos establezca vínculos con Cuba?
J.K.: No creo que haya ningún terreno mientras el gobierno cubano continúe su política de exportar revolución y la desestabilización deliberada en la región,y siendo una base para la proyección del poder militar soviético. Mientras eso continúe, no veo ninguna base para que haya relaciones normales... Creo que tenemos relaciones normales ahora dadas las políticas de Cuba.