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LAS MANIOBRAS DE "PALO ALTO"

Cuatro mil soldados hondureños y 1.600 marines norteamericanos efectuarán un gran operativo militar en la frontera con Nicaragua.

21 de febrero de 1983

"Ellos creen que una invasión a nuestro país es un paseo, pero lo que no saben es que si nos agreden, si nos invaden, vamos a llegar hasta sus propias capitales".
Con tal advertencia, --quizás la más fuerte hasta la fecha, contra las maniobras militares a realizarse en la primera semana de febrero próximo entre los ejércitos de Estados Unidos y Honduras--dio inicio a su discurso el ministro de Defensa nicaraguense, Daniel Ortega Saavedra, durante las honras fúnebres del 19 de enero de los trece soldados sandinistas que cayeron en enfrentamientos con ex guardias somocistas en la frontera con Honduras.
"Advertimos, agregó el ministro, que una guerra contra Nicaragua se convertiría en una guerra en toda la región centroamericana", pasando luego a calificar a algunos militares hondureños como "hombres que se sienten napoleones". También se refirió a "otros hitlercitos de la zona que creen que invadir a Nicaragua es cosa sencilla".
Tales declaraciones, notables por su tono altamente militante, reflejan las conclusiones a que han llegado las autoridades de Managua sobre los propósitos de las maniobras militares " Palo alto" que el gobierno de Tegucigalpa ha programado para febrero con el ejército norteamericano, y que serán efectuadas a solo 15 kilómetros de sus fronteras con Nicaragua.
Pese a que las autoridades hondureñas han prometido que tal operativo será solo un ejercicio de "rutina" y para "continuar con el proceso de profesionalización del ejército", los dirigentes sandinistas han considerado que con ellas se abre la posibilidad real de que "aparte de las agresiones de los somocistas, tengamos que enfrentarnos a una guerra entre ejércitos".
El gobierno de Managua, ha explicado ultimamente que el papel de los 5.000 somocistas que vienen operando desde territorio hondureño, con visible apoyo hondureño, contra la revolución sandinista, juegan mas bien un papel táctico, dentro de un plan muy amplio destinado a derrocar el gobierno de Nicaragua y que el rol estratégico del mismo estaría reservado a Honduras y quizás a los ejércitos de otros paises del área centroamericana.
En abono de esta tesis han citado el gran rearme hondureño y el llamado de Tegucigalpa a recomponer el Consejo de Defensa Centroamericano (CONDECA), pacto militar creado en 1962 y que colapsó en 1979, tras el derrocamiento de Anastasio Somoza, espina dorsal del mismo.
Nicaragua caracteriza al CONDECA como "el instrumento de represión por excelencia que creó el imperialismo con el objeto de atajar el desarrollo revolucionario de los pueblos centroamericanos y del cual nuestro pueblo fue víctima directa durante la dictadura somocista".
Como Costa Rica carece de ejército y Panamá es sólo observador del mismo, tal pacto militar estaría integrado ahora por los ejércitos de Honduras, El Salvador y Guatemala, paises bajo brutales dictaduras de derecha.
En las maniobras--a las que han sido invitados observadores de los ejércitos de El Salvador, Guatemala y Panamá, y el mismo gobierno nicaraguense, irónicamente-participarán 1.600 marines norteamericanos y cuatro mil hondureños. Según el diario "Tiempo" de Tegucigalpa, 900 efectivos estadounidenses ingresarán a territorio hondureño y otros 700 cumplirán funciones de apoyo y transporte logístico en el mar Caribe, durante los ejercicios. Estos combinarán maniobras navales, aéreas y terrestres, y contarán con el concurso de dos barcos de transporte norteamericanos, cada uno con dos lanchones de desembarco, varios aviones Hercules y avionetas de reconocimiento del mismo país.
Según el mismo rotativo, los altos mandos de USA y Honduras le atribuirán especial importancia en esta movilización a las acciones aerotransportadas, que permitirán descender a millares de paracaidistas hondureños en la selvática zona de la Mosquitia, fronteriza con Nicaragua.
"Palo alto" sería la cuarta maniobra militar que realizaria Honduras en menos de un año, de una serie llamada "Halcón vista", que este pais ejecuta desde 1965, como parte de un programa de cooperación militar con Estados Unidos. En diciembre pasado el presidente hondureño suspendió la realización de esta misma maniobra conjunta, ante la visita del presidente Ronald Reagan a la región. La última maniobra realizada allí, en septiembre pasado, movilizó a más de mil hombres, quienes se instalaron en el "Fuerte Morocón", también ubicado a pocos kilómetros de la frontera con Nicaragua, y justamente sobre una zona donde radican casi diez mil indigenas miskitos, adversos al régimen sandinista.
Las maniobras actuales coinciden con una notable intensificación de los ataques antisandinistas en la frontera hondureña y con la aparición de campamentos guerrilleros antisandinistas en el departamento costarricense de Guanacaste, limitrofe también con Nicaragua. En el frente politico coincide además con un aumento de los ataques verbales del gobierno costarricense al proceso nicaraguense y con un mayor acercamiento del gobierno panameño a Washington.
Pero, a manera de contrabalance, han surgido también las iniciativas de México, Venezuela y Colombia, avaladas por Cuba, para un arreglo pacífico de los problemas centroamericanos. La solución real de un cuadro tan complejo está evidentemente excluida a corto plazo. -