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El nuevo presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, asumirá el martes 13 de diciembre. ¿Mal presagio?

ESPAÑA

Las pesadillas de Rajoy

El nuevo jefe del gobierno español tiene muy poco margen para celebrar. Los problemas que lo esperan le van a quitar el sueño. Estos son los más acuciantes.

26 de noviembre de 2011

Pese a la victoria aplastante obtenida en las elecciones, el nuevo presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dirigirá un país sacudido por crisis económicas y sociales. Esperó ocho años y perdió dos elecciones antes de llegar al poder, pero no pensaba hallar un país en tan mala situación. Su triunfo quizá no sea un premio, sino tal vez se convierta en su peor pesadilla. Mientras todos los conservadores de España celebran su victoria, Rajoy no puede dormir en paz.

Más de 30 años en política y 56 años de edad lo han hecho un hombre cauto. "No va a haber milagros. No los hemos prometido", dijo en cuanto conoció su triunfo electoral. En los últimos 20 años, ningún otro presidente ha tenido más poder del que tendrá Rajoy, respaldado por 11 millones de votos que le aseguraron la mayoría absoluta en el Parlamento.

El primer ministro griego, Georges Papandréu, también obtuvo la mayoría absoluta en su país, pero el poder solo le duró dos años. ¿Cuánto le durará a Rajoy su 'felicidad' ante el cúmulo de dificultades que lo esperan? Rajoy asumirá el poder el mes entrante en un martes 13, y todos esperan que esta fecha no le traiga mala suerte.

El desempleo

España superará pronto los cinco millones de desempleados y muchos están llegando a la desesperación. Es la cifra más alta en toda la Unión Europea (UE), y se prevé que solo comenzará a renacer el empleo en 2014, si tiene suerte. Los sindicatos piden más inversión pública y la UE le exige a Rajoy recortar más el gasto público. Rajoy tiene las manos atadas y las grandes empresas, cuyos dueños son de su partido, le demandan reducir el costo de la contratación, los salarios y abaratar los despidos. Rajoy "flexibilizará" el sector laboral, pero ¿cómo reaccionará la población ante este deterioro de las condiciones laborales ("empleo basura")? Rajoy les teme a las movilizaciones públicas, pues padeció el 'No a la guerra' en tiempos de José María Aznar, lo que le hizo perder el poder a su partido por ocho largos años.

Los bancos y los ricos

Las familias más pudientes y los banqueros pertenecen al partido de Rajoy, y lo apretarán duro para lograr más beneficios: pagar menos impuestos y reducir los gastos laborales. También le exigirán privatizar algunos sectores públicos, pero nadie sabe hasta dónde cederá Rajoy. Si lo hace demasiado, la población se le vendrá encima.

La salud y las pensiones

Con Rajoy seguro que habrá recortes y privatizaciones, ¿pero cómo hacerlo sin que se precipite una movilización popular? Los españoles se sienten orgullosos de su sistema de salud y educación gratuita y están dispuestos a defenderlas hasta sus últimas consecuencias. El poder de Rajoy se pondrá en riesgo si realiza muchos recortes en estos ámbitos o si privatiza demasiado.

El matrimonio homosexual

¿Se atreverá Rajoy a derogar la ley que autoriza estas bodas? Estos matrimonios se legalizaron en 2005 y se les permitió a estas parejas adoptar hijos. Las asociaciones de gays y lesbianas ya han anunciado movilizaciones si les quitan este derecho. Los respaldan los más de 15 millones de votantes de otros partidos que apoyaron esta ley.

La Iglesia

La Iglesia española es superconservadora, ya le dio su "apoyo espiritual" a Rajoy y comenzó a presionarlo para que se deroguen el matrimonio homosexual y la Ley del Aborto, aprobada por Zapatero, que les permite abortar a las adolescentes de 16 y 17 años sin el consentimiento de sus padres. Está en juego el respaldo a Rajoy y la fe católica de sus 11 millones de votantes. La Iglesia tratará de influir más y más sobre Rajoy, pero España es cada vez menos católica y Rajoy se juega en esto su propio futuro y el de su partido.

Los inmigrantes

España tiene más de 6,5 millones de inmigrantes y de ellos, más de un tercio están desempleados. Rajoy quizá les exija un "contrato de integración" al estilo de los conservadores en Francia. Si lo incumplen, los expulsarán del país. Pero España necesita de más gente y sangre nueva para garantizar su sistema de Seguridad Social y aumentar su decreciente tasa de natalidad. Aparentemente, Rajoy puede hacer lo que quiera con los inmigrantes, pero no debe olvidar que muchos se están nacionalizando y su voto también vale. La mayoría de votantes de Rajoy tiene más de 50 años de edad: ¿qué futuro les espera a él y a su partido si no atrae a gente nueva?