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| Foto: AP

PERFIL

Leopoldo López, el líder rebelde de la oposición venezolana

El dirigente del partido Voluntad Popular, condenado este jueves a 13 años de prisión, se alzó como la cara más visible de quienes se oponen al gobierno de Nicolás Maduro.

Alianza BBC
11 de septiembre de 2015

Una semana le bastó a Leopoldo López para convertirse en la cara más visible de la oposición de Venezuela y su personaje más reconocido internacionalmente.

Fueron siete días de febrero de 2014 en los que, por obra y gracia de su radicalización política, se erigió a golpe de tuits y discursos como figura destacada entre el enjambre de grupos que formaban la oposición venezolana, al levantar su voz en las jornadas de protestas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Este jueves, y tras pasar 19 meses en la cárcel militar de Ramo Verde, López fue condenado por una jueza a pasar tras esas mismas rejas 13 años 9 meses, 7 días y 12 horas por su participación en aquellas movilizaciones.

Y aunque López alegó que promovió la protesta pacífica dentro del marco de la Constitución, la jueza del caso le consideró culpable de los delitos de instigación pública, daños a la propiedad, incendio intencional y asociación para delinquir.

19 meses en prisión

La marcha en la que le detuvieron –el 18 de febrero de 2014, rodeado por miles de sus seguidores y con claveles blancos en las manos– fue la última en la que él participó personalmente, pero estas se prolongaron por todo el país durante meses dejando un saldo final de 43 muertos, 600 heridos y más de 3.500 detenidos.

Y en los 19 meses que pasó en la cárcel hasta que le dictaron sentencia, su esposa Lilian Tintori se encargó de contar la historia de Leopoldo López y defender su causa en diferentes foros internacionales.

El nombre de López, sin embargo, ya estaba presente en la política venezolana cuando en 2008, siendo alcalde del municipio Chacao de Caracas, fue inhabilitado políticamente en un polémico proceso promovido por la Contraloría General, que le impidió aspirar a la alcaldía de Caracas, para el que lucía como el favorito en las encuestas.

A partir de ese momento, a pesar de que López se mantuvo activo políticamente, su ascendente pareció perder fuerza en beneficio de su excompañero de partido y actual gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, quien a la postre se convirtió en el líder que la oposición escogió en primarias para que la representara en las últimas dos elecciones presidenciales.

Vida pública

A sus 44 años, el líder del partido Voluntad Popular –que ha sido definido como un "movimiento progresista" de tendencia socialdemócrata– llevaba tiempo siendo una espina para el gobierno.

López, que proviene de una familia pudiente relacionada con los negocios y el sector petrolero, estudió economía en Estados Unidos y una maestría en políticas públicas en la Universidad de Harvard.

Se volvió prominente cuando a los 27 años fue electo alcalde del municipio Chacao de Caracas, una posición que ocupó desde el año 2000 hasta el 2008.

La periodista de la BBC Irene Caselli explica que, a pesar de la inhabilitación que recibió en 2008 por acusaciones de malversación de fondos públicos, López optó por no retirarse de la vida pública.

"Y desde hace mucho, ha sido visto como un 'problema', no sólo para el gobierno venezolano (que aún lo señala como uno de los responsables del golpe de Estado de 2002) sino también para quienes le observan desde afuera", explica Caselli.

En 2009, en los documentos clasificados filtrados por WikiLeaks, el consejero político de la embajada de Estados Unidos en Caracas, Robin D. Meyer, escribió que López se había convertido en una "figura que causaba divisiones dentro de la oposición venezolana".

"Suele ser descrito como arrogante, vengativo y hambriento de poder, pero sus compañeros de partido aseguran que tiene una popularidad que ha perdurado en el tiempo, carisma y talento organizativo", escribió el diplomático estadounidense.

Símbolo

Pero, con una oposición dividida, su detención hizo que gran parte de los críticos al gobierno de Nicolás Maduro se identificaran con López y su estrategia.

El hecho de entregarse en aquel momento lo convirtió, a juicio de David Smilde, analista de la oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos basado en Caracas, en una figura "visible y atractiva" y en el líder –simbólico, al menos– de la oposición.

"Si Leopoldo López es atacado por el gobierno, la gente lo defenderá", dijo el líder estudiantil Daniel Álvarez después de la detención del político opositor.

Bien distinto es el panorama en Venezuela 19 meses después, cuando fue dictada la sentencia contra López.

Con la población más preocupada por cubrir algunas necesidades básicas que por protestar en las calles, la oposición está enfocada en las elecciones parlamentarias de diciembre y "la estrategia de la calle parece haber sido archivada", explica el corresponsal de BBC Mundo, Daniel Pardo.