Libia: Se intensifica el ataque a Sirte

Los combatientes rebeldes atacaron el viernes un centro de convenciones en el centro de Sirte que las fuerzas leales a Muamar Gadafi habían convertido en su base principal. Los comandantes dijeron que se trata de la ofensiva final para aplastar la resistencia en esta ciudad después de tenerla sitiada desde hace varias semanas.

Las fuerzas de los nuevos gobernantes libios tienen cercada la ciudad y la hostigan desde el oeste, el este y el sur. Los dos bandos combatieron con fuego de cohetes, morteros y tanques, mientras los francotiradores de Gadafi disparaban para frenar el avance de los revolucionarios.

"Empezamos el ataque a las 6 de la mañana. El primer grupo llegó a los suburbios de Sirte. Los francotiradores nos dispararon y tuvimos muchos heridos", dijo el comandante Altaib Aleroebi, que condujo el ataque matutino en el frente occidental.

Por lo menos ocho rebeldes murieron y 125 resultaron heridos, dijeron los médicos. Las ambulancias corrían por la avenida principal de la ciudad hasta un hospital de campaña montado en una residencia abandonada a 8 kilómetros del centro. Los médicos dijeron que un alto comandante, Ali Saeh, resultó herido mientras conducía el ataque en una zona residencial.

"Estamos recibiendo muchos heridos de bala, principalmente en la cabeza, cuello y pecho por los francotiradores. Hoy recibimos muchos", dijo el viernes el Dr. Ahmed Mohammed Tantoun.

Sirte, la ciudad natal de Gadafi, que está prófugo, es considerado el foco rebelde más importante, más de un mes después que aquél fue desplazado del poder.

Los líderes del gobierno interino han dicho que cuando capturen Sirte podrán empezar a elaborar un calendario electoral. Sirte es clave para la unidad física del país, porque se encuentra en el centro de la planicie costera donde vive la mayoría de los seis millones y medio de libios, y bloquea las rutas más fáciles entre este y oeste.

Los partidarios de Gadafi todavía controlan otra ciudad grande, Bani Walid, en las montañas centrales, y Sabha en el desierto del sur.

AP