Home

Mundo

Artículo

LOS DE ARRIBA Y LOS DE ABAJO

Culmina la cumbre de los No Alineados con triunfo diplomático de Colombia.

9 de octubre de 1989

Belgrado nunca había sido testigo de tanto exotismo. La tienda del desierto instalada por el coronel Muammar Gaddafi en los jardines de la residencia que le asignaron, no era sino el abrebocas para un coctel de vestimentas, costumbres y tonos de piel que marcaron, una vez más, la cumbre del movimiento de los No Alineados.
Si bien el ambiente fue tan colorida y variado como en las ocasiones anteriores, la novena edición del evento marcó, sin embargo, el comienzo de un viraje hacia lo que algunos observadores llamaron "una mayor madurez politica y un mayor pragmatismo frente a las actuales circunstancias del mundo".
Para esos observadores, desde los primeros discursos de la sala plenaria se pudieron delimitar dos tendencias bien claras: la primera, llamada "renovadora", se caracterizó por su inclinación al acercamiento con el norte industrializado y hacia una visión positiva de las nuevas circunstancias internacionales. La segunda, por el contrario, siguió manteniendo sus denuncias sobre la preeminencia de los países desarrollados a nivel mundial. Por eso, pronto ese sector fue designado por los corresponsales como "duro" "tradicionalista" y hasta "fundamentalista".
A la cabeza de la primera tendencia se situó el pais anfitrión, que hizo énfasis en que el acercamiento de las dos superpotencias creó un nuevo clima internacional, con lo que, en su opinión, se habría abierto un espacio para que el movimiento de los No Alineados pasara de su etapa "confrontacional" con el norte, a una de cooperación. Esa fue la dirección en que se manifestaron muchos presidentes de los países "renovadores", entre ellos el argentino Carlos Saul Menem, el venezolano Carlos Andrés Pérez y el ecuatoriano Rodrigo Borja. En la misma posición se expresaron, entre otros, los representantes de India Egipto, Chipre, Senegal y Zambia.
Para los países del otro sector, en cambio, la nueva detente entre Moscú y Washington no implica necesariamente la mejoría de las condiciones politicas y económicas del Tercer Mundo. Segun esa tesis, para los paises que tienen una clara confrontación con alguno de los gigantes, cualquier acercamiento entre los colosos puede ser peligroso. En esas condiciones están Cuba, Nicaragua, Panamá, Afganistán, Vietnam y todos aquellos para quienes un acuerdo a sus espaldas entre las potencias puede representar una amenaza a su soberania.
Pero aunque esa posición podria correr el riesgo de resultar demasiado generalizadora de situaciones particulares, un punto del raciocinio de los "duros" fue favorablemente acogido por los analistas: una cosa es la "distensión politica", que se ha iniciado entre este y oeste, y otra la "distensión económica" entre norte y sur.
De una u otra forma, ambos matices quedaron reflejados en el documento final, cuando se incluyó, a instancias de Yugoslavia, una declaración segun la cual, gracias al acercamiento entre Moscu y Washington, el mundo es hoy más seguro que antes.
Pero en otro aparte, la declaración aseguró que esa detente, sin contenido económico, no perdurará. En ese sentido, la declaración hizo un llamado al mundo desarrollado para que enfrente, "con el máximo deseo y determinación, el conflicto -más viejo y profundo que la guerra fria y la confrontación de bloques - entre la abundancia y la pobreza".
Al final, dos paises latinoamericanos alcanzaron significativos triunfos diplomáticos. Panama logró que se condenara la presión de Estados Unidos para la salida del pais del hombre fuerte Manuel Antonio Noriega, sin que se condenara la burla a la democracia que tiene lugar alli. Colombia consiguió que el movimiento tercermundista subrayara la urgente necesidad de reducir el consumo de drogas como una medida contra el problema global del narcotráfico. El mensaje del presidente Virgilio Barco, llevado por el canciller Julio Londoño, estremeció a los concurrentes.
Por eso, el documento final reiteró que el problema de las drogas es de responsabilidad compartida y "que su erradicación depende de una cooperación internacional efectiva". Y por fin, el ultimo triunfo colombiano fue la condena de la presencia de mercenarios en los paises en via de desarrollo como otra forma de terrorismo. En tales condiciones, se acordó que la proxima cita será en Ghana.