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Los elegidos de Dios
Millones de creyentes en el mundo fueron testigos de un evento histórico para la Iglesia católica. El sábado el papa Francisco y el papa emérito Benedicto XVI se reunieron en la residencia de Castel Gandolfo, donde habita Joseph Ratzinger desde que renunció a su cargo en febrero. Ambos pontífices hablaron en privado durante 45 minutos y Francisco invitó a su predecesor a sentarse en la misma banca a rezar como “hermanos”, a pesar de que este le había ofrecido el puesto de honor.
AFP
29 de marzo de 2013
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