Home

Mundo

Artículo

Con la legalización no solo bajarán los precios, sino que típicamente la calidad de la marihuana producida en Estados Unidos es mejor a la calidad de la marihuana mexicana | Foto: Archivo SEMANA

ESTADOS UNIDOS

Los estados que 'se la fumaron verde' y legalizaron la marihuana

Por primera vez se permite el consumo recreativo de marihuana en los estados de Colorado y Washington. ¿Qué impacto tendrá esta medida en el consumo y la lucha contra el narcotráfico?

8 de noviembre de 2012

Los votantes estadounidenses también se pronunciaron durante las elecciones presidenciales sobre la legalización de la marihuana con fines medicinales o recreativos. En tres de seis estados ganaron las medidas a favor de la legalización.

En Colorado, con 53 por ciento de los votantes a favor, se aprobó la enmienda que modifica la Constitución de ese estado para permitir el consumo de marihuana con fines recreativos y la posesión de hasta 28,5 gramos para las personas mayores de 21 años. La medida también permitirá que los usuarios de esta droga puedan cultivarla en sus casas. En el 2006 se había hecho el mismo intentó pero fracasó.

El gobernador de ese estado, John Hickenlooper, quien siempre se opuso a la medida, reconoció que “los votantes han hablado y tenemos que respetar su decisión. Será un proceso complicado pero trataremos de completarlo. Sin embargo, la ley federal aún dice que la marihuana es una droga ilegal”.

Por su parte, Mason Tvert, codirector de la campaña pro-legalización, dijo: “Colorado no tiene ya leyes que lleven a la gente al uso del alcohol y, en su lugar, los adultos serán libres para usar marihuana si eso es lo que prefieren. Y nosotros seremos mejores como sociedad por ello”.

La medida, sin embargo, puede tomar hasta un año para entrar en vigor. Washington logró aprobar la iniciativa I-502, que también permite el consumo por motivos recreativos. En Oregón se intentó aprobar la misma iniciativa pero no prosperó.

Simultáneamente, la consulta para el uso médico del cannabis se llevó a cabo en otros tres estados: Arkansas, Montana y Massachusetts, pero solo fue aprobada en este último. En este momento ya son 17 los estados donde se permite el uso para fines medicinales y dos los nuevos estados que lo permitirán para fines recreativos.

Sin embargo, la pregunta que ronda en el ambiente es si esta legalización aumentará el consumo de droga o desestimulará el narcotráfico. Según un informe divulgado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, la decisión de Washington y Colorado representará para los carteles narcotraficantes pérdidas de 1.372 y 1.425 millones de dólares, respectivamente, es decir, entre 22 y 23 por ciento de sus ingresos.
 
Un golpe significativo para los carteles mexicanos teniendo en cuenta que el negocio de la marihuana en Estados Unidos trae alrededor de 2.000 millones de dólares al año. Eso hace que sea casi tan importante para su negocio como el tráfico de cocaína, que vale alrededor 2,4 mil millones.

En cuanto al consumo, el experto belga en toxicología Alain Verstraete, consultado por un diario uruguayo, opinó que “esto va a depender de muchas variables, para empezar, el precio. Si el precio en la tienda oficial es más alto que en el mercado negro, probablemente la gente que ya la usa continuará comprándola en el mercado negro”. 

En cuanto al consumo, Ethan Nadelmann, el director de Drug Policy Alliance, sostiene en la página web de esta organización, que quiere acabar con la guerra contra las drogas, y que "la competencia dentro de Estados Unidos será mucho mayor, porque los productores estadounidenses podrán producirla legalmente. No solo bajarán los precios, sino que típicamente la calidad de la marihuana producida en Estados Unidos es mejor a la calidad de la marihuana mexicana".
 
Es importante mencionar que la marihuana casera tendría mayor contenido de cannabinol (10 a 18 por ciento) contra un 4 a 6 por ciento de la 'mercancia importada'.

Ante el fracaso de la lucha antinarcóticos, estas iniciativas abren un camino hacia la legalización de la droga. Estados Unidos ya experimentó en los años 20 las consecuencias de la prohibición del alcohol y tal vez es momento de volver a debatir sobre esta asignatura pendiente.