Home

Mundo

Artículo

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, durante la primera rueda de prensa tras su reelección. | Foto: EFE

MUNDO

"Los más ricos deberán pagar más impuestos"

Aunque en su primera rueda de prensa tras su reelección, el presidente de EE. UU., Barack Obama, se mostró conciliador, aseguró que no pedirá "a estudiantes, clase media y personas mayores, que paguen toda la deuda".

10 de noviembre de 2012

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el pasado 9 de noviembre que invitará a los líderes demócratas y republicanos del Congreso a discutir la próxima semana sobre cómo salir de la encrucijada presupuestal que atraviesa ese país, y subrayó que los electores votaron por acciones concretas sobre el empleo.

El presidente advirtió que sus labores son apremiantes porque a finales del 2012 su país afronta varias fechas límite de pago, que requieren decisiones de gran calado sobre cómo afrontar el déficit.

"No podemos sencillamente disminuir nuestros gastos para retomar el camino de la prosperidad", señaló Obama.

"Si queremos de veras reducir el déficit, tendremos que combinar recortes con incentivos, lo que quiere decir que los estadounidenses más ricos paguen un poco más de impuestos", dijo el presidente antes de ser interrumpido por una lluvia de aplausos por parte del auditorio.

Obama fue así mismo aplaudido al reiterar que se niega a "pedir a los estudiantes, a la clase media y a las personas mayores que paguen toda la deuda, mientras que a las personas como yo, que ganan anualmente 250.000 dólares, no se les pide pagar ni un centavo extra. Nunca lo haré".

"El martes pasado (6 de noviembre), se comprobó que la mayoría de los estadounidenses estaba de acuerdo con mi enfoque", afirmó el mandatario de Estados Unidos, que a su vez matizó: "Que hoy quede claro. No estoy atado a todos los detalles de mi proyecto. Estoy abierto a los compromisos y a las nuevas ideas".

Sin embargo, puntualizó Obama en su intervención, "rechazo todo enfoque que no sea equilibrado" entre la disminución de los gastos y el aumento de los impuestos.