LOS PAPELES DE PINOCHO

Cuando el 18 de agosto guerrilleros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) secuestraron al coronel Mario Haberle, jefe de protocolo de la guarnición de Santiago, muchos temieron inicialmente por su vida. Haberle, de 62 años, era el primer militar secuestrado en los 13 años de la dictadura del general Pinochet.
A primera vista resultaba sin embargo extraño el que hubiera sido precisamente Haberle, uno de los pocos militares dentro del régimen dedicados a lo que se pudiera calificar como una "tarea inofensiva" (la del protocolo), el escogido. El hecho empezó a adquirir sentido cuando prácticamente en forma simultánea el Departamento de Estado de los Estados Unidos confirmó a través de su portavoz oficial Charles Redman, que el jefe del Comando Sur de las fuerzas armadas norteamericanas John Galvin había realizado una visita oficial de 2 días a Chile, durante la cual se había entrevistado con militares y miembros del gobierno, incluido el general Pinochet.
El objeto de la visita se mantuvo en reserva aunque la prensa norteamericana, concretamente el New York Times, aseguró que en ella el general Galvin había exhortado a Pinochet a una transición pacífica hacia la democracia.
Cuatro días después del secuestro el coronel Haberle fue liberado. El FPMR dio a conocer entonces un documento que dijo haberle incautado, en el cual se revelan detalles de la conversación que Galvin habría sostenido con cuatro hombres claves en las FF.AA. chilenas: el general Santiago Sinclair, el vicealmirante Germán Guesalaga, el general de la aviación Carlos Desgroux y el jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, general Alejandro Medina Lois. A ellos Galvin les habría expresado textualmente: "El general Pinochet está concluido desde el punto de vista estratégico", y les habría propuesto una "salida con honor" para el Presidente.
Tanto la Embajada de los EE.UU. en Santiago como el Departamento de Estado desmintieron el contenido del documento. No obstante, declaraciones posteriores del subsecretario de Estado Elliot Abrams y la reticencia de EE.UU. a apoyar nuevos créditos para el gobierno chileno confirmaron el cambio en la actitud de la administración Reagan. SEMANA conoció apartes del documento, inédito en Colombia, que cobra nuevamente vigencia tras el reciente anuncio del relevo del general Desgroux quien habría estado en la reunión, como jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea;
"El gobierno norteamericano y sus diversas agencias han estudiado cuidadosamente el curso de los acontecimientos en vuestro país y pensamos que los rasgos de agotamiento nacional son cada vez más evidentes".
"El señor comandante en jefe del Ejército y Presidente de la República está concluido desde el punto de vista estratégico. Su objetivo de terminar con el comunismo y obtener la estabilidad nacional, no ha sido conseguido en los casi trece años de gobierno militar. Por el contrario, el creciente poderío del Partido Comunista y la inestabilidad política son elementos presentes en el análisis del proceso chileno y ambos se ciernen amenazadoramente sobre el destino de este gran país"
"La oposición al presidente Pinochet ha crecido vigorosamente en los últimos años y hay claros indicios de una mayor unificación de objetivos con clara injerencia comunista. Si el tiempo pasa sin una corrección adecuada, la solución futura será más y más favorable al comunismo, con peligro evidente para nuestros dos países".
"Nuestro Comando Sur, con la ayuda de las agencias de mi país vinculadas a la defensa hemisférica, examina los planes necesarios para enfrentar dos eventuales hipótesis de trabajo:
a) Salida con honor para el señor presidente que sería acogido como huésped de nuestro gobierno. En este caso debemos examinar patrióticamente la ubicación de la oficialidad leal.
b) Desborde con características de guerra civil. En este caso tenemos la certeza de casos serios de quebrantamiento de la disciplina moral y combativa que pueden ser fácilmente aprovechados por el comunismo".