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Una de las fosas halladas en Iguala, México. Aún no se sabe si los restos hallados pertenecen a alguno de los 43 estudiantes desaparecidos. | Foto: AP

MÉXICO

La difícil tarea de definir si los restos son de los 43 estudiantes

Los supuestos restos de los 43 normalistas desaparecidos en México están en condiciones deplorables que podrían “no arrojar resultado alguno”.

12 de noviembre de 2014

Ya lo había dicho el procurador general de México, Jesús Murillo Karam: "Los desintegraron", refiriéndose a los restos hallados en Cocula, en el estado de Guerrero, que podrían corresponder a los 43 estudiantes desaparecidos desde el 26 de septiembre en Iguala

Luego de que tres sicarios detenidos confesaran haber asesinado a los normalistas de Ayotzinapa, Murillo Karam dio a conocer que los cuerpos de los jóvenes fueron calcinados en un basurero a unos 200 kilómetros de Chilpancingo, la capital del estado de Guerrero. Lo único que queda de ellos son cenizas y "una rótula y otro pedazo", dijo Murillo Karam. Estos restos son los únicos que están "en condiciones de ser analizados".
Para determinar si lo hallado efectivamente corresponde a los estudiantes, los restos serán sometidos a un análisis genético en el Instituto de Medicina Forense de la Universidad Médica de Innsbruck (GMI), Austria. Sin embargo, los expertos de ese país dudan que las pruebas existentes puedan revelar la identidad de los normalistas.
"El calor y la humedad destruyen la información genética", explica el doctor Richard Scheithauer, director del GMI. "Es por ello que dudo de las perspectivas de éxito de este análisis", dijo en entrevista con Deutsche Welle
El resultado depende del estado en el que se encuentren los restos. En este caso, los pequeños fragmentos de huesos muy calcinados hacen difícil la extracción de ADN.
Células de los familiares
Para poder analizar muestras de ADN dañadas, se necesita tener la información genética de algún familiar del desaparecido, "de preferencia de la madre", explica Scheithauer. 
"La información genética de sus mitocondrias (centrales energéticas de la célula) es idéntica a la de su primer hijo". Para ello se toman pruebas de saliva o de sangre de las cuales, al secarse, se pueden extraer fácilmente las cadenas de ADN. Estas sirven para reconstruir la información que brindan los restos de ADN de las víctimas.
El GMI es pionero en este método de investigación y se especializa en el desarrollo de tecnologías de análisis y reconocimiento forense, sobre todo en el caso de pruebas dañadas o alteradas de ADN. Entre sus logros se cuentan la identificación de los restos de víctimas del tsunami en el sudeste asiático ocurrido en el 2004; la identificación de los niños de la familia de los zares de Rusia, cuyos restos datan del año 1918; la identificación de los restos de soldados de la Primera Guerra Mundial y de varias víctimas del régimen de Pinochet, en Chile.

Sólo los austriacos aceptaron el reto
Según Murillo Karam, el instituto austriaco fue el único que aceptó analizar los restos de Cocula. "Dijeron que había dos (huesos) que tenían posibilidades. No nos dijeron que sí se podía (identificarlos), nos dijeron que había una posibilidad", explicó. Por su parte, Scheithauer no quiso especificar si los restos se encuentran ya en el instituto en Innsbruck, ni si realmente se harán cargo de analizar las pruebas. En caso de que así fuese, el gobierno mexicano tendrá que cargar con los costos de este proceso, que duraría varias semanas.
Sin embargo, aún obteniendo información de los huesos dañados, esto no quiere decir que se pueda asegurar que realmente pertenecen a alguno de los estudiantes, explica Scheithauer. 
Cuanto más ADN intacto se logre extraer, mayores probabilidades habría de identificar a quiénes pertenecen los restos calcinados de Cocula. Pero el estado deplorable en el que se encuentran podría al final "no arrojar resultado alguno", concluye el experto.
Deutsche Welle