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Los rostros de Yushenko

El escándalo electoral de Ucrania tiene un ingrediente novelesco: el candidato opositor lleva en su cara las marcas de lo que sería un envenenamiento criminal.

12 de diciembre de 2004

La imagen del candidato opositor Viktor Yushchenko fue conocida en el mundo tras las protestas que encabezó y que desembocaron en la declaración de las elecciones como ilegítimas y en el anuncio de que serán repetidas el 26 de diciembre. Pero en su país, Yushenko no sólo es el opositor más importante. También era considerado un sex symbol entre su electorado femenino. Esto hizo más dramático el cambio que ha venido sufriendo desde comienzos del pasado septiembre.

Gravemente enfermo y con un agudo dolor abdominal, Yushenko ingresó al hospital Rudolfinerhaus de Austria, en donde fue atendido por el doctor Michael Zimpfer, director del hospital, a comienzos de septiembre de este año. "Su piel presentaba lesiones visibles y su sistema digestivo estaba cubierto por úlceras, dijo Zimpfer a SEMANA. Se le realizaron análisis de sangre, pero todos los resultados fueron anormales". Incluso los médicos más reconocidos de Europa dijeron estar desconcertados.

Los rumores de envenenamiento comenzaron a circular, especialmente porque los síntomas aparecieron dos días después de una cena en la que Yushenko se reunió con los dirigentes de los servicios secretos ucranianos. Las sospechas también llegaron a Viena, donde los médicos comenzaron a considerar la posibilidad de que una rara intoxicación fuera la causa principal. "Yo mismo me hice cargo del paciente porque temía por su seguridad", dijo Zimpfer.

Sin embargo, las recientes declaraciones de los médicos austríacos han dejado claro que científicamente no se puede comprobar que algún veneno haya causado la extraña enfermedad. Los análisis que le practicaron estuvieron enfocados en los agentes comunes que podrían determinar la presencia de veneno en el organismo, pero no encontraron ninguno. "Puede tratarse de un envenenamiento. El problema es que de ser así, va a ser muy difícil descubrirlo, especialmente porque las sustancias que utilizaron están fuera de las usuales y conocidas", dijo Zimpfer. Lo que sí es cierto es que no se ha descartado la posibilidad de que se trate de un agente inusual, por lo que el equipo médico ha consultado incluso a biólogos y expertos en armas químicas.

A pesar de la imposibilidad de dictaminar el origen de su delicado estado de salud, Yushenko asegura que fue envenenado. Tan sólo una semana después de ingresar a Rudolfinerhaus regresó a su campaña y se reunió con el Parlamento el 21 de septiembre. "Miren mi cara. Este es sólo uno de los cientos de problemas que he tenido. Estamos hablando de la cocina política ucraniana, en la que se ordenan asesinatos", dijo Yushenko.

Dos semanas después tuvo que enfrentar un nuevo síntoma: un intenso dolor de espalda que lo obligó a tomar altísimas dosis de morfina que casi lo llevan a necesitar respiración asistida. Tras su segundo ingreso clínico los resultados de los análisis siguieron sin dar alguna explicación médica. En medio de su crítico estado, los médicos tomaron el riego de insertarle una sonda en la parte superior de la espalda, a través del canal de la columna vertebral, para que pudiera regresar a Kiev a continuar con su campaña electoral.

Pero sus oponentes tienen otra versión. Según ellos, la causa de su hospitalización pudo haber sido un sushi en mal estado o haber tomado demasiado alcohol. Así mismo, algunos médicos creen que Yushenko puede sufrir una enfermedad autoinmune llamada escleromixedema, un desorden que produce síntomas faciales como los que sufre el candidato.

Lo cierto es que en las calles ucranianas son muy pocos los que dudan que se haya tratado de un complot para eliminar al candidato opositor. La versión y las acusaciones que ha expresado Yushenko no son tan descabelladas como podría creerse. Especialmente si se tiene en cuenta que Ucrania es un país en el que la tradición medieval de envenenamiento fue practicada durante mucho tiempo por el estalinismo.