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LUZ AL FINAL DEL TUNEL

Las conversaciones de Washington entre Israel y sus vecinos crean expectativas de paz sin precedentes.

12 de octubre de 1992


DESDE LOS ACUERDOS DE Camp David, cuando a instancias del gobierno de Jimmy Carter Israel hizo las paces con Egipto, nunca como, -ahora se había palpado un mejor ambiente. Ese comentario fue el común denominador entre los analistas luego de terminada la primera parte de la sexta ronda de conversaciones entre Jerusalén y sus vecinos en Washington. Nadie cree que la paz de Israel con Líbano, Siria, Jordania y los palestinos de la Margen Occidental y Gaza esté a la vuelta de la esquina. Pero negociaciones en que las partes se congratulan por ser"razonables y constructivas", es mucho más de lo que se hubiera sonado un año atrás.
Ese favorable panorama se debe sobre todo a la nueva actitud del gobierno israelí, que está ahora en manos del laborista Yitzhak Rabin. Desde que se enfrentó en las urnas a su antecesor Yitzhak Shamir, el Primer Ministro puso en claro que su gobierno daría un viraje hacia el pragmatismo. Instalado en el poder mediante una coalición "estrecha pero sólida" en el Knesset (parlamento), Rabin no perdió tiempo para demostrar que hablaba en serio. Aparte de gestos de buena voluntad como la liberación de 800 presos palestinos y el retiro de la orden de expansión de 11 más, los cambios respecto del gobierno anterior del partido Likud son importantes:
-Por primera vez aceptó la existencia de una delegación palestina, en vez de insistir en la fórmula de la delegación conjunta con Jordania. Rabin ha ofrecido además derogar las normas que prohibían a los palestinos de los territorios ocupados cualquier contacto con la Organizacion para la Liberación de Palestina, que es reconocida por éstos como su gobierno legítimo.
Dejó atrás la terminología del Likud para referirse a los territorios ocupados en la guerra de 1967. Para el gobierno anterior, esas tierras eran simplemente Judea y Samaria, lo que subrayaba el carácter bíblico de su pertenencia a Israel.
-Hizo referencia expresa a la Resolución 242 de la ONU -que le ordena devolver los territorios -dentro del concepto de "tierras por paz"- que el Likud desconocía por considerar que estaba cumplida, con los acuerdos de Camp David (cuando se regresó el Sinaí a Egipto).
Los israelíes aceptaron por primera vez que las alturas del Golán, capturadas a ese País, estaban incluidas en la 242. -Propuso la elección de cuerpos administrativos para la Franja de Gaza y la Ribera Occidental. Aunque esta propuesta es muy parecida a la del gobierno anterior, la suspensión de asentamientos judíos en esas regiones parece reforzarla.
-Por primera vez su delegación organizó ruedas de prensa en idioma árabe. Esa medida se dirigió a convencer a sus vecinos de que Israel es un país íntimamente ligado con el Medio Oriente y no un invasor extranjero.
Esos cambios en el fondo y en la forma lograron un efecto ostensible en relación con Siria, su archienemigo tradicional. El gobierno de Damasco encabezado por Haffez Assad presentó la semana pasada un documento formal en el que reconoce que Israel tiene legítimas preocupaciones de seguridad que deben atenderse y sostiene que las negociaciones "deben llegara un acuerdo de paz". Aun hay una gran distancia entre la oferta de Rabin de "retirarse de algunos sectores del Golan" y la aspiración siria a recobrar todo el territorio, pero a ambos lados de la frontera se consideró que se trata de un giro dramático respecto a la insistencia del Likud de que "no cedería jamás ni una pulgada del territorio".
Los palestinos tienen un camino más largo por delante, pues aspiran a tener un órgano legislativo y autoridades ejecutivas y judiciales, como antesala de su independencia plena. El hecho de que además la posición israelí no incluye a Jerusalén Oriental (considerada suya por los palestinos), hace que ambas posiciones estén todavía muy lejos.
Pero, como dijo un delegado árabe, "hay un mar de cambios en el ambiente".
Aún falta mucho por hacer, pero por primera vez el Medio Oriente comienza a ver la luz al final del túnel.