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Macrojuicio a Al Qaeda

Comienza el juicio del siglo contra los integrantes de Al Qaeda capturados en España. Su resultado es esperado con expectativa en el mundo entero.

1 de mayo de 2005

Los 24 acusados están en una jaula de cristal blindado, 20 abogados los defienden y más de 170 periodistas acreditados de todo el mundo siguen el proceso por circuito cerrado de televisión. El primer macrojuicio en Europa contra Al Qaeda, que comenzó en Madrid el pasado vienes 22 de abril, se ha convertido en un espectáculo mediático que cuenta con un sistema de seguridad sin precedentes en la historia judicial de España. Todos los días, las cadenas europeas de televisión emiten en vivo y diferido los testimonios de los imputados, a quienes se les acusa de integrar, financiar o apoyar desde España al comando de Al Qaeda que perpetró los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. El expediente 35/01 se abrió en Madrid pocas semanas después de los ataques suicidas con aviones contra Nueva York y Washington, consta de 300 tomos con 100.000 folios y entre los acusados figura incluso Osama Ben Laden, que hace parte de los 17 miembros de Al Qaeda que no han podido ser capturados para este proceso. Ante las dimensiones del juicio, las autoridades tuvieron que convertir en sala de audiencias un hangar de exposiciones de Casa de Campo, un parque ubicado en el oeste de Madrid. En él construyeron un gran salón con material blindado y ocho calabozos subterráneos para los detenidos. El edificio cuenta con lo último en tecnología de seguridad y cámaras de televisión que transmiten las imágenes del juicio en vivo a cuatro pantallas situadas en un salón contiguo donde están los periodistas. Más de 300 policías, miembros del ejército y agentes secretos custodian el lugar y los alrededores, apoyados por radares, 40 carros y motos policiales, 35 perros adiestrados y un helicóptero que sobrevuela la zona. ?Este es el juicio más importante que se ha celebrado en el mundo contra el terrorismo internacional, y España no sólo se está jugando el prestigio de sus jueces, sino que está sentando un precedente histórico sobre la justicia transnacional como método eficaz de lucha contra el terrorismo?, dijo a SEMANA el fiscal del proceso, Pedro Rubira. Está pidiendo una pena de más de 60.000 años de cárcel para el principal acusado, Imad Eddin Barakat, ?Abu Dahdah?, a razón de 25 años de prisión por cada uno de los 2.973 muertos por los atentados de Nueva York y Washington. Abu Dahdah, acusado de ser el líder de Al Qaeda en España, dirigió durante siete años células islamistas radicales que participaron y dieron apoyo a los ataques contra Estados Unidos en 2001 y contra Casablanca (Marruecos) en 2003. Fue capturado en Madrid pocos días después de los atentados a las Torres Gemelas y desde entonces se encuentra en prisión, pero la policía española cree que desde allí planificó el ataque con morrales bomba a los trenes de Madrid que causaron 191 muertos el año pasado. De origen sirio y nacionalizado español, Abu Dahdah negó todos los cargos que se le imputan en este proceso y aseguró a los jueces que sufre de ?mala memoria?. La mayor parte de los acusados son de procedencia árabe, principalmente marroquí, nacionalizados en España, y llama la atención el perfecto castellano con que responden a los interrogatorios. Entre ellos se destacan Jamal Zougam, el primer detenido por la matanza de Madrid del año pasado y quien comparecerá en el macrojuicio el primero de junio próximo, y el periodista de la cadena de televisión Al Yazira, Taysir Alony, el único acusado que disfruta de libertad condicional por problemas de salud, pero que debe presentarse diariamente a la comisaría más cercana a su domicilio en Madrid. Además de los periodistas, siete observadores internacionales acuden sin falta al juicio ?para velar por el cumplimiento de todas las garantías procesales?. Son representantes de organizaciones como la Federación Internacional de Derechos Humanos, Abogados Sin Fronteras, la Comisión Árabe de Derechos Humanos, el Comité Árabe de Defensa de los Periodistas y el Comité Internacional de Defensa de Taysir Alony, cuyo representante, Soufiane Khalid, advirtió a SEMANA que si al final del juicio ?la sentencia no es justa, todas las organizaciones elevaremos un informe al Tribunal de Estrasburgo?. Este macroproceso en Madrid puede durar un año por la enorme cantidad de documentación y testimonios que deben cotejarse, aunque para la magistrada Ángela Murillo, que preside el juicio y redactará la sentencia, ?lo más importante no es el tiempo que tarde el proceso, sino que se haga justicia?. Murillo fue una de las primeras magistradas españolas en dictar sentencia por terrorismo islamista en 1999, cuando condenó a varios miembros del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino, entre quienes estaba Allekema Lamari, que tras salir de la cárcel se vinculó al comando que perpetró los atentados del 11-M en Madrid y días después se suicidó con algunos de sus cómplices en Leganés, a las afueras de la capital. Pese a la espectacularidad del juicio, y a su gran despliegue mediático, numerosos analistas europeos se muestran escépticos sobre los resultados de este macroproceso. ?La principal duda, instalada en la opinión pública desde el principio, se plantea en torno a la solidez de las pruebas acumuladas contra los acusados. Existe un claro temor de que todas ellas sean consideradas indicios circunstanciales que no sirvan para establecer condenas tan notorias como las que el fiscal ha pedido para los imputados?, dijo a SEMANA Jesús Núñez, director del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (Iecah). Pero todos los expertos coinciden en que del resultado de este megajuicio dependerá el futuro de los procesos que se realizarán contra Al Qaeda y el terrorismo internacional en Estados Unidos y otros países del mundo.