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CUBA

Madre de disidente cubano rechaza disculpa de Castro

Reina Tamayo, la madre del albañil que llevaba más de siete años de prisión y que murió tras 86 días en huelga de hambre, señaló que no acepta las disculpas del líder cubano.

Alianza BBC
BBC Mundo
25 de febrero de 2010

El presidente cubano, Raúl Castro, lamentó el miércoles la muerte del disidente de 42 años de edad tras 86 días en huelga de hambre.
 
Sin embargo, Reina Tamayo, la madre del albañil que llevaba más de siete años de prisión por desacato y otros cargos, señaló a la BBC Mundo que no aceptaba las disculpas del líder cubano.
 
A continuación publicamos el texto de nuestra entrevista con Tamayo, quien habló desde su casa mientras se velaba el cuerpo de su hijo.
 
¿Usted tenía alguna idea de que su hijo se encontraba en un estado de salud tan grave?
 
Mi hijo se encontraba en el (Hospital de la Prisión del) Combinado del Este, pero fue trasladado al (Hospital de) los Hermanos Ameijeiras ya que ellos plantearon que era posible un trasplante de riñón el día anterior.
 
Pero yo digo que lo que sucedió con mi hijo fue la demora del traslado desde que él cayó el huelga de hambre, ya que muere con 86 días tomando agua. Ya sus intestinos, todas sus partes por dentro del esófago y todo estaba muy dañado, una hemoglobina ya muy baja. Ello certifica una infección general.
 
¿Usted cree que podría haberse manejado esta situación de otra forma?
 
Sí, claro que sí, porque su madre lo ha acompañado en todos los momentos de su vida, hasta de su muerte, porque no murió conmigo al instante que ya él suspiraba con la agonía de la muerte, y con la necesidad de salir a buscar mi equipaje para trasladarme más rápido.
 
Cuando llegué al hospital ya había muerto. Todavía estaba blandito. Yo lo toqué, le di un beso, ya estaba tapado.
 
¿Se murió a consecuencia de la huelga de hambre?
 
El médico certifica eso, pero la demora en su huelga de hambre, en la sala de terapia en Camagüey, cuando determinan trasladarlo hacia La Habana, ya era tarde.
 
Eso fue premeditado. La muerte de Orlando Zapata es una muerte por asesinato premeditado.
 
¿Qué significado tiene para usted la muerte de su hijo?
 
Murió Orlando Zapata Tamayo en Cuba, un luchador pacífico de los derechos humanos que nunca claudicó hasta sus último momento. Murió de frente, no murió de rodillas.
 
¿Cuándo fue la última vez que pudo conversar con su hijo?
 
La última vez que pude conversar fue el día 16, que fue el traslado, ya hablando muy bajito porque ya la voz se le iba acortando en Camagüey. En su traslado de Camagüey parecía que llevaban a un criminal. No pude apreciar cuánto agente de la Seguridad del Estado en el despliegue de la ambulancia para La Habana.
 
Salieron todos esos carros detrás que atemorizaron al Hospital Amalia Simoni, de Camagüey. Al igual que cuando venía el cadáver hoy desde La Habana, ese cadáver salió con 14 carros, custodiado por militares armados y la Seguridad del Estado.
 
¿Porqué se había declarado en huelga de hambre?
 
Él solamente en los siete años que cumplía de prisión el día 20 se alimentaba de lo que le llevaban sus familiares. Al pasarlo para ese máximo rigor, que los máximos responsables de la vida de mi hijo son los agentes del penal, de la Prisión Provincial de Holguín, que le pidieron esa máxima severidad.
 
Ahí la visita era cada cuatro meses. Tenía que comerse la comida del penal. Sus alimentos tenían que ser pasados por los militares. Y él decía, muerto primero. Y así lo ha demostrado.
 
Su hijo fue originalmente detenido por tres años, ¿cómo fue que se alargó esa condena?
 
Cuando entró el 6 de diciembre de 2002 entró sólo por tres años, pero por su postura contestataria ante los agentes del penal, le fueron sumando. Y diría su madre, con el dolor que tiene profundamente, que eso ha sido porque mi hijo es de la raza negra.
 
Voy a explicar al mundo que no admito que Raúl Castro diga que siente la muerte de Orlando Zapata Tamayo para esta madre. Yo quisiera que se lo dijera a esta madre de frente cuando él sabe que mi hijo ha sido torturado por la mano de todos los agentes que él tiene. No admito que diga que tiene solidaridad conmigo por la muerte de mi hijo.
 
La muerte de su hijo parece ser la primera muerte de un prisionero cubano por huelga de hambre en 40 años. ¿Qué significado le da usted a eso?
 
Yo tengo entendido que Pedro Luis Boitel murió con una huelga de hambre de 53 días y mi hijo muere con una huelga de hambre de 86 días.
 
Y sí digo al mundo y a todo el que me escucha que todos los países que tienen relaciones con Cuba, que yo pido, esta madre, con todo el sentimiento profundo y el corazón partido en unos cuantos pedazos porque mi hijo es un joven de 42 años, que no deje a mi hijo solamente como una foto para recuerdo de ser un luchador pacífico por los derechos humanos.