Madrid recuerda a las víctimas de los atentados del 11-M

Un día como hoy, hace seis años, una serie de atentados terroristas en cuatro trenes de la red de cercanías de Madrid conmocionó al mundo entero. Autoridades políticas y civiles de España, en diferentes actos, recordaron los 192 muertos y 2.058 heridos.
 
















El 11 de marzo de 2004, entre las 7.37 y las 7.39 de la mañana, estallaron 10 bombas en los vagones de cuatro trenes en las cercanías de la capital española, causando la muerte de 192 personas y dejando heridas a más de 2.000. Los autores del ataque habían dejado mochilas con bombas en su interior y bajaron de los trenes, en los que cada día viajan aproximadamente 200.000 pasajeros, antes de que estallaran en la estación de Atocha, en el centro de Madrid, en El Pozo, un barrio obrero de inmigrantes y Santa Eugenia, otra barriada de las afueras de la capital española.
 
Los santuarios de velas y flores en Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, volvieron a congregar, como cada año, a miles de ciudadanos que, al pasar por allí, rindieron su homenaje a las víctimas del atentado.
 
La mañana del jueves, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, depositaron una corona de laurel junto a la placa conmemorativa en la fachada de la Real Casa de Correos, en la Puerta del Sol. El alcalde de Madrid también presidió un acto en la estación de Atocha, en el salón azul, que forma parte del monumento a las víctimas de los atentados. Mientras tanto, dirigentes de las centrales sindicales Unión General de Trabajadores (UGT) y de las Comisiones Obreras (CC.OO), junto con la Asociación 11-M Afectados del terrorismo, que preside Pilar Manjón, rindieron su homenaje en el exterior de la estación.
 
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, participó de otro acto que se llevó adelante en el Congreso y donde el titular de la Cámara, José Bono, declaró el 27 de junio como Día de Recuerdo y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, fecha que remite al primer asesinato cometido por ETA en 1960, cuando falleció Begoña Urróz, un bebé de 22 meses.