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EGIPTO

Maldita primavera

Dos años después de la caída del dictador Hosni Mubarak, Egipto aún se pregunta en dónde están las flores de la tan esperada primavera árabe.

2 de febrero de 2013

Dos años después de la caída del dictador Hosni Mubarak, Egipto aún se pregunta en dónde están las flores de la tan esperada primavera árabe. Muchos creían que con el gobierno de Mohamed Morsi, el primer presidente elegido democráticamente después de 30 años, llegaría por fin la anhelada prosperidad. Sin embargo, hoy el panorama es muy diferente al soñado, pero muy parecido al de siempre: descontento, violencia y frustración. Morsi, lejos de ampliar la democracia, está empeñado en imponer un régimen islamista que tiene furiosos a los liberales seculares que protagonizaron las revueltas de hace dos años, y la violencia crece en espiral.  El ministro de Defensa y jefe del Ejército, general Abdel Fattah al Sisi, declaró que “el país está al borde del colapso” y la única respuesta del presidente ha sido convocar un diálogo con la oposición, pero esta lo dejó plantado. Así, mientras las protestas crecen y la economía va en picada, Morsi se limitó a declarar el estado de emergencia en tres ciudades e imponer un toque de queda que ya fue burlado. Por ello hoy la pregunta es si este será el fin de una primavera que nunca se inició.