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Mujer indígena marcha en Quito el 27 de agosto en rechazo de la iniciativa ambiental Yasuní-ITT que busca explotar un gran yacimiento petrolífero en el Amazonas. | Foto: EFE.

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Mujeres marchan contra la extracción de petróleo en el Amazonas

Un centenar de mujeres marcharon por cinco días a Quito para experesar su rechazo a la extracción de crudo en el Amazonas.

16 de octubre de 2013

Un centenar de mujeres de etnias amazónicas llegaron este 16 de octubre a Quito (Ecuador) tras caminar durante cinco días para expresar su rechazo a la posible explotación de petróleo en la región y en el parque nacional Yasuní, tal como lo propone el presidente de ese país, Rafael Correa.

La dirigente del pueblo Sarayaku, Patricia Gualinga, dirigente, le dijo a Associated Press: "nosotros pedimos la no explotación petrolera, que se deje el petróleo bajo tierra, y que se apueste por un modelo no extractivista en los territorios no explotados de la amazonia. No queremos la ampliación de la frontera petrolera y tampoco queremos que se explote el Yasuní, que es un territorio sagrado que queremos que viva sin contaminación del petróleo".

Acerca de los pueblos indígenas que viven en aislamiento voluntario en la amazonia conocidos como Tagaeri y Taromenane y cuyo hábitat se vería amenazado por la posible explotación de crudo en el Yasuní, la líder pidió "que se respete su decisión de aislamiento. l estado tiene la obligación de proteger a esos pueblos, porque la explotación (de crudo) significará su exterminio".

También afirmó que "vamos a hacer llegar este pronunciamiento a instituciones estatales y de gobierno para que sepan nuestra posición y nuestro sentir".

El grupo de marchantes que avanzaba en medio de cánticos y redoble de tambores salió la semana pasada desde la población de Puyo, a unos 150 kilómetros al sureste de la capital, en plena Amazonía.

Los manifestantes gritaban consignas como: "la selva no se vende, con sangre se defiende" y "mujeres por la vida, sin petróleo si se vive".

A mediados de agosto, Correa anunció su decisión de explotar crudo en el Yasuní, considerado una de las reservas más importantes de biodiversidad del planeta, luego de poner fin al mayor proyecto ambiental del país que consistía en dejar bajo tierra alrededor de 900 millones de barriles de crudo bajo ese parque a cambio de aportes económicos por 3.600 millones de dólares por parte de la comunidad internacional. La novedosa idea recibió donaciones en efectivo por 13,3 millones de dólares en seis años por lo que su fracaso motivó al mandatario a tomar la decisión de sacar ese petróleo.