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| Foto: Fotomontaje SEMANA / Fotos: AFP

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Una venganza familiar: la hipótesis que surgió al rededor de la masacre en Texas

No fue un asunto racial ni político, la iglesia en la que fue perpetrado el ataque era frecuentada por la suegra de Devin Patrick Kelley, el tirador, sin embargo la muerte no le llegó a la mujer sino a otras 26 personas.

7 de noviembre de 2017

Vestido de negro con un chaleco antibalas Devin Patrick Kelley abrió fuego contra las personas que se encontraban orando en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs. ¿Por qué lo hizo? Las autoridades empiezan a unir partes de la historia y a descartar. En este caso no se ha señalado a ningún grupo terrorista como responsable, ni tampoco el Estado Islámico ha reivindicado el ataque. Kelley actuó, hasta donde se sabe, solo y por razones personales.

La iglesia de la pequeña localidad de Texas era frecuentada por la suegra de Kelley, y "había un diferendo en esa familia", según dijo Freeman Martin, del Departamento de Seguridad Pública. Sin embargo, entre las víctimas no se encuentra la mujer, ella no asistió ese domingo a la iglesia. En cambio sí se encontraba la abuela de la pareja de Kelley, quien murió.

De acuerdo con Martin, Kelley sabía que su suegra asistía a esa iglesia y que antes del sangriento hecho había enviado "mensajes amenazadores". Según el funcionario, el ataque "no tuvo una motivación racial, y tampoco estuvo relacionado a creencias religiosas. Había un problema doméstico con sus familiares políticos".

La decisión que tomó Kelley, un hombre de 26 años, cobró la vida de 26 personas que tenían entre 5 y 72 años. De una sola familia murieron 8 integrantes.

Kelley fue encontrado muerto en su auto a unos kilómetros del lugar de la masacre. Se sabe que usó un rifle de asalto Ruger AR-15 y que en el interior del vehículo había más armas, según los expertos antiexplosivos.

Puede leer: Lo que se sabe de Devin Kelley, el autor del tiroteo en una iglesia de Texas que dejó 26 muertos

Kelley aparentemente se suicidó cuando huía en su auto y mientras era perseguido por dos ciudadanos. "Creemos que él tenía una herida autoinfligida por arma de fuego", dijo el sheriff Joe Tackitt a la cadena CBS.

Kelley abrió fuego afuera de la iglesia antes de entrar y seguir disparando, dijo Martin. "Cuando salía de la iglesia, un residente local tomó su rifle y enfrentó al sospechoso. Este dejó caer su arma y huyó. El ciudadano lo persiguió entonces", detalló Martin.

"Tenemos varias escenas de crimen. La iglesia, afuera de la iglesia. El lugar donde fue localizado el vehículo del sospechoso", dijo Martin.

Las autoridades registraron la casa de Kelley y están revisando su teléfono, una tarea difícil pues tiene información encriptada, según explicó Christopher Combs, agente especial del FBI. 

Antecedentes

Uniendo las piezas de la masacre las autoridades encontraron que Kelley fue juzgado en una corte marcial por agredir a su esposa y a su hijo, y sentenciado a un año en prisión militar y recibió una baja por "mala conducta", según dijo a AFP Ann Stefanek, portavoz de la Fuerza Aérea. Tras la masacre las autoridades corroboraron que la esposa de Kelley y su hijo se encuentran a salvo.

Sin embargo, "las informaciones preliminares muestran que el delito de violencia doméstica de Kelley no fue inscripto en el registro del Centro nacional de información criminal (NCIC)", indicó Stefanek más tarde.

La portavoz precisó que se inició una investigación para comprobar si otras condenas pudieron eludir el sistema de inscripción en el registro de criminales.

Haber omitido la notificación respectiva fue un error que ahora hasta el mismo presidente Donald Trump ha criticado, pues ha estado monitoreando la situación desde que ocurrió. Sin embargo, ha dilatado la discusión sobre el uso de las armas.

"Tenemos un montón de problemas de salud mental en nuestro país, pero no es una situación imputable a las armas", declaró en Tokio.

De hecho Christopher Combs, agente especial del FBI, aseguró que el número de atacantes ha estado subiendo últimamente y que es un tema que hay que tomar seriamente.

Mientras tanto en Sutherland Springs, una localidad rural de unos 400 habitantes y ubicada 50 kilómetros al sureste de San Antonio, sus pobladores están de luto. "La tragedia se profundiza por el hecho de haber ocurrido en una iglesia, un lugar de adoración, donde estas personas fueron baleadas", dijo de su lado el gobernador de Texas, Greg Abbott, advirtiendo que la cantidad de fallecidos podría aumentar pues de los 20 heridos que hay la mitad está en condición crítica.

Ahora la cita de Mark Twain que estaba en la página de Facebook de Kelley, antes de ser eliminada, se lee como una sentencia: "No temo la muerte. He estado muerto por millones y millones de años antes de nacer y no he sufrido ningún inconveniente por ello".

Con información de AFP