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| Foto: Fotomontaje SEMANA

RELACIONES BILATERALES

Así intenta blindarse México de Trump

El gobierno mexicano anunció medidas para proteger de "abusos" a connacionales en EE. UU. y les envió un mensaje: "estamos contigo".

16 de noviembre de 2016

A una semana del triunfo en las elecciones de Estados Unidos del republicano y antiinmigrante Donald Trump, el gobierno de México lanzó un mensaje a sus connacionales que viven en ese país: "estamos contigo".

Ese es el título de 11 acciones difundidas este miércoles por la cancillería mexicana encaminadas a "evitar que (sus connacionales) sean víctimas de abusos y fraudes".

Evitar "toda situación de conflicto" y "no incurrir en acciones que puedan derivar en sanciones administrativas o penales", forman parte de ese listado difundido este miércoles por la cancillería mexicana.

Una línea telefónica directa, disponible 24 horas para atender cualquier duda sobre "medidas migratorias o reportar incidentes", es otra de las resoluciones tomadas después de la victoria de Trump, que inició su campaña electoral con un fuerte tono antiinmigrante llamando violadores y criminales a los mexicanos que viven en Estados Unidos.

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El gobierno mexicano también anunció que intensificará la promoción del registro y expedición de actas de nacimiento de hijos de nacionales nacidos en Estados Unidos y aumentará la presencia de consulados móviles.

Además, aumentará el número de citas para realizar trámites en sus consulados con el objetivo de que todos los mexicanos cuenten con documentación oficial.

Trump advirtió que, apenas asuma la presidencia, deportará o encarcelará hasta a tres millones de indocumentados con antecedentes penales.

También amenazó con intervenir las remesas de los mexicanos, una de las principales fuentes de ingresos del país, si el gobierno de México se niega a pagar el muro que durante la carrera hacia la Casa Blanca prometió construir a lo largo de la frontera común.

Se estima que unos 11 millones de personas viven indocumentadas en Estados Unidos, la mayoría mexicanos.

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"Caminando hacia atrás"

El gobierno también dijo que estrechará la relación con organizaciones de derechos civiles.

Para el director y fundador de la organización civil Ángeles de la Frontera, con sede en San Diego, California (EEUU), Enrique Morones, las medidas anunciadas "no van a ser suficientes, pero sí ayudan".

El también Premio Nacional de Derechos Humanos de México 2009, consideró imperativo que el gobierno de México pase de la retórica a los hechos porque los "incidentes de odio han subido desde el inicio de la campaña de Trump (...) porque ese fue el mensaje del mismo Trump".

Dibuja metafóricamente con indignación los discursos incendiarios del presidente electo de Estados Unidos -que han disminuido desde su triunfo del pasado 8 de noviembre- a los mexicanos como una escena de dos personas en las que una "cachetea a otra que sólo responde caminando hacia atrás".

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Morones teme que se repitan las redadas para detener a indocumentados que se ejecutaban durante la administración del expresidente estadounidense George W. Bush.

"Aunque no sabemos exactamente qué es lo que de verdad va a hacer, (Trump) es una persona muy peligrosa", calculó.

Para Morones también existe el fuerte riesgo de que aumenten los fraudes perpetrados por falsos abogados que exprimen los bolsillos de los indocumentados al prometerles resolverles su situación migratoria por "hasta 8.000 dólares".

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En ese sentido, José María Ramos, investigador del Colegio de la Frontera Norte, situada en la mexicana ciudad de Tijuana, uno de los principales puntos de tránsito de los migrantes, declaró que las acciones anunciadas por el gobierno mexicano "son medidas preventivas que deben ir acompañadas de asistencia legal".

Ramos se muestra un tanto más optimista porque considera que Trump no ejecutará todas sus amenazas contra los inmigrantes de Estados Unidos.

El lunes el gobierno mexicano dijo que discutirá en sus primeros contactos con el equipo del presidente electo la expulsión de indocumentados con antecedentes penales y que estima que son unos tres millones.

Se espera que Trump y Peña Nieto se encuentren, probablemente antes de que el republicano asuma la presidencia el 20 de enero, para abordar temas de la agenda bilateral.