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El candidato del PRI, Enrique Peña Nieto (izquierda), aún lidera las encuestas a pesar del sorpresivo repunte de Andres Manuel López Obrador. La oficialista Josefina Vásquez Mota quedó relegada en el tercer lugar. | Foto: AP

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México: unas elecciones entre la sorpresa y la polarización

Las elecciones presidenciales en México están convulsionando ese país. Marisol Reyes Soto, docente del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey y experta en materia electoral, explica por qué.

Natalia Marriaga Martínez
14 de junio de 2012

A menos de tres semanas de las elecciones presidenciales en México, el clima es de sorpresa, incertidumbre y polarización.

El movimiento estudiantil 'Yo soy 132', con su exigencia de cubrimiento mediático equilibrado, cambió de repente el rumbo de una contienda que parecía destinada a favorecer al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Enrique Peña Nieto. El priísta todavía es el favorito, pero el aspirante por la izquierda, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tomó por sorpresa a México cuando, contra todo pronóstico, empezó a avanzar decididamente en las encuestas.

El domingo pasado los candidatos se reunieron para su segundo debate de cara a las elecciones, así, la doctora Marisol Reyes Soto le explicó a SEMANA lo que indican los últimos acontecimientos en materia electoral, y lo que prevé vivirá México el primero de julio cuando se celebren los comicios.

SEMANA: ¿A qué cree que se debe la sorprendente escalada de Andrés Manuel López Obrador en encuestas recientes?

Marisol Reyes: Los electores indecisos son sensibles a factores coyunturales como el desempeño de los candidatos en los debates, campañas en las redes sociales, escándalos políticos, etcétera. Estos elementos han demostrado tener un efecto significativo en el momento de definir su preferencia electoral.

Así, el repunte que ha tenido AMLO obedece a un manejo pragmático de su imagen y su discurso ante la opinión pública. En esta estrategia ha combinado un mensaje de moderación, anticonfrontación y hasta reconciliación con sus adversarios, junto con una adecuada capitalización de los errores mediáticos y políticos que han cometido el resto de los candidatos.

Destaca particularmente el hecho de que Josefina Vásquez Mota, la candidata del oficialista Partido de Acción Nacional (PAN), haya dirigido la mayor parte de su estrategia de competencia contra el candidato del PRI y abiertamente haya desdeñando la pugna por el segundo lugar en las preferencias electorales. Esta decisión ha evitado el desgaste en la candidatura de AMLO.
 
SEMANA: Muchos de los nuevos seguidores de AMLO surgieron con el movimiento 'Yo soy 132'. Este pide transparencia mediática en el cubrimiento electoral, y sus manifestaciones se han hecho sentir en los más recientes sondeos. Desde su inicio, ¿los medios han modificado el cubrimiento de las elecciones? ¿Cómo?
 
M.R.: Los medios electrónicos e impresos de cobertura nacional, con mayores recursos económicos y respaldados por los grandes grupos de interés en el país, siguen apoyando las candidaturas de los partidos con los que concertaron alianzas o negociaciones previas. Todavía hace falta transitar hacia unos medios de comunicación críticos e independientes.
 
No obstante, el movimiento 'Yo soy 132' ha ganado una enorme legitimidad en la opinión pública porque surgió de manera espontánea y autónoma en un espacio político atípico (la universidad privada). La contundencia de la demanda de los jóvenes por tener una cobertura imparcial y equitativa de los procesos electorales en los medios de comunicación cuestionó directamente el papel que juegan los grandes monopolios televisivos.
 
'Yo soy 132' obligó a los medios de comunicación masiva a confrontarse frente al dilema de cambiar las líneas editoriales manipulativas, o bien aceptar la injuria a través de medios alternativos (redes sociales) y la falta de credibilidad.
 
SEMANA: Teniendo en cuenta esa petición de los jóvenes, ¿cómo fue el desempeño de los candidatos durante el debate?
 
M.R.: Cada vez es más evidente la influencia de la mercadotecnia política en los debates presidenciales mexicanos, al estilo de lo que ocurrió en la elección de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil en el 2002. El desempeño de los candidatos mexicanos en el segundo debate obedeció a una lógica predecible, estructurada y pragmática que se manufacturó a través de la identificación de las 'necesidades políticas' de los electores mexicanos indecisos y las circunstancias específicas que tenía cada uno de los candidatos antes del debate.
 
Los candidatos que llevaban la delantera en las encuestas mantuvieron una estrategia conservadora, evitaron las confrontaciones y nunca se pronunciaron abiertamente sobre temas polémicos ante la opinión pública. Sus propuestas fueron generales, ambiguas y moderadas. Así evitaron que un tema sensible cambie abruptamente las percepciones de los electores indecisos. A unas semanas de la celebración de las elecciones es técnicamente más seguro mantener el voto con el que se cuenta, antes que arriesgar la búsqueda de nuevos adeptos.
 
SEMANA: ¿Qué candidato se vio favorecido tras el debate? ¿Por qué?
 
M.R.: La panista Josefina Vásquez Motades, desplazada al tercer lugar en las encuestas, tuvo que instrumentar una estrategia agresiva y estridente para tratar de remontar los puntos negativos que se acumularon después del primer debate. En esta ocasión su discurso fue más concreto y sus ataques cuidadosamente direccionados y planeados. De acuerdo con los primeros balances, esta estrategia le redituó una buena percepción sobre su desempeño. Sin embargo, se duda que este efecto pueda ser lo suficientemente solvente para cambiar su lugar en la contienda.
 
SEMANA: Siguen, entonces, AMLO y Peña Nieto. Aunque muchos recurren al primero como la única opción de cambio, hay quienes se rehúsan a ver a la izquierda en el poder. Incluso el expresidente Vicente Fox, del PAN, apoyó al candidato del PRI. ¿Por qué cree que AMLO se encuentra con tanta resistencia?

M.R.: El sistema de partidos políticos en México está atravesando una profunda crisis institucional ocasionada por el "personalismo político" sobre la doctrina, la cohesión interna, y la congruencia ideológica de los propios partidos. La declaración de Vicente Fox se suma a un comportamiento que ha adoptado un creciente grupo de políticos mexicanos de todo el espectro ideológico y que con una actitud extremadamente pragmática conciben a los partidos como máquinas que producen votos y no como instituciones de interés público.

SEMANA: Muchos jóvenes indican que su voto es contra Peña Nieto como representante del PRI porque ellos buscan un cambio en el sistema, pero que AMLO no es una opción que los satisfaga tampoco. En ese caso, ¿cómo cree que será el comportamiento en las urnas el próximo primero de julio?

M.R.:
En los comicios federales del 2012 se agregaron al menos 100.000 jóvenes que por primera vez tendrán oportunidad de votar en los comicios federales y en términos porcentuales los electores de entre 18 y 25 años representan un poco más del 30% del padrón electoral. Considero que la mayoría de estos jóvenes tiene una clara necesidad de percibir un cambio real en los partidos políticos mexicanos y en la cultura política de sus élites.

Toda vez que en México no exista la figura del voto en blanco y la anulación del voto no afecte en términos reales el resultado de una elección, mi predicción es que habrá abstencionismo en este segmento de votantes. Por otra parte, si se generase una situación de alta competitividad electoral como la que se observó en el 2006, es posible que estos sectores participen más activamente.

SEMANA: Los jóvenes buscan un cambio, pero ¿qué buscan otros bloques demográficos y cómo pueden incidir en los resultados finales?

M.R.: Además de la edad, existen aspectos concretos que afectan la valoración de los votantes para asumir el costo de sufragar el día de la jornada electoral. En el 2012 la violencia y la inseguridad serán factores determinantes que sin duda afectarán la participación de los ciudadanos en aquellos estados considerados de alto riesgo por la operación de la delincuencia organizada y el narcotráfico.

En otras regiones del país donde ha habido largos períodos de sequías que han generado enormes pérdidas económicas, la inconformidad ciudadana ante la lenta respuesta gubernamental federal y local podría ser un factor inhibidor de la participación.
 
En otros estados, la corrupción de las elites políticas de los dos o tres partidos dominantes ha generado altos niveles de desencanto y desilusión entre los ciudadanos. Hoy por hoy se debe considerar cada uno de los 32 estados del país como un caso peculiar, y aún, dentro de cada estado es necesario considerar subsistemas en las áreas rurales y urbanas.

SEMANA: Independientemente del ganador, ¿qué pasará en el sistema político mexicano?

M.R.: El siguiente paso en el arduo transitar de la democracia mexicana se debe enfocar en fomentar la construcción de una ciudadanía activa que exija la rendición de cuentas del desempeño de funcionarios y representantes de elección popular.