Mickey y el dictador

Corea del Norte es uno de los países más aislados del mundo y ha mantenido un control recio de los medios para evitar que lo permeen influencias occidentales, sobre todo de Estados Unidos. Por eso, nadie se imaginó que el "grandioso plan para darle un giro dramático al campo de la literatura y las artes" del presidente Kim Jong-un incluiría a violinistas en vestidos cortos que acompañaban las apariciones de personajes de Disney. Pero la semana pasada, luego de rendir honores al fallecido Kim Il-sung, fundador de la patria, generales, altos funcionarios del régimen y el mismo presidente se deleitaron con Mickey Mouse, Winnie the Pooh y otros personajes made in USA. Si bien el rumbo del giro cultural propuesto por Kim aún no es claro, hasta ahora sí es bastante dramático.