Home

Mundo

Artículo

MUNDO

Minero chileno Mario Sepúlveda recauda fondos para construir casas en su país

Mario Sepúlveda, conocido como "Súper Mario", dijo que tras ayudar a sus compatriotas, no descarta extender a otros países su labor social.

31 de marzo de 2011

El minero chileno Mario Sepúlveda reiteró en Nueva York, donde participó de un acto de recaudación de fondos para construir viviendas devastadas por el terremoto que afectó a Chile en febrero de 2010, que no descansará hasta que las minas sean seguras para los trabajadores en su país.

"Llevo varios días en Nueva York, donde me ha ido muy bien, donde he tenido la oportunidad de conocer gente muy importante, que tiene muchas ganas de ayudar, de hacer paz en el mundo", dijo Sepúlveda, de 40 años.

"Estoy tocando puertas para construir 200 viviendas cómodas, dignas, bonitas. Hice un compromiso con Dios de que si me daba una nueva oportunidad dedicaría mi vida a trabajar en proyectos especiales, y eso es lo que estoy haciendo", afirmó.

Sepúlveda, conocido como "Súper Mario", dijo además que no descarta extender a otros países su labor social, tras ayudar a sus compatriotas.

"Quiero empezar por mi país, por casa, que es lo que estoy haciendo por el problema del terremoto. Si logramos crear una fundación con una buena base, podemos luego extenderlo al resto del mundo", dijo al referirse al proyecto El Milagro de los Mineros, que fundó el pasado septiembre y a través del cual lleva a cabo su labor social con el apoyo de la Fundación Gabriela Mistral.

El minero dijo además, previo al evento en la sede del periódico The New York Times, que el lunes tiene planeado regresar a Chile para comenzar la construcción de las primeras diez de las 200 casas en la comunidad Parral, al sur de su país y cuna del poeta Pablo Neruda.

Aunque no dijo cuánto dinero logró recaudar en su visita a nueva York y estados vecinos, el minero -locuaz y divertido como siempre- dijo que es lo suficiente para comenzar con ese proyecto, que él mismo supervisa.

Se mostró además complacido porque muchos latinoamericanos le reconocieron en la calle y le saludaron con mucho cariño.

Sepúlveda dijo también que no dejará de ser minero, y que a su regreso a Chile se someterá a nuevos exámenes médicos para determinar cuándo podrá volver a su trabajo.

"Sigo siendo un trabajador, soy consecuente con lo que digo, con lo que dicho siempre: me quiero morir como minero y trabajador", sostuvo Sepúlveda, quien reiteró sus críticas ante la falta de seguridad en las minas, tanto en Chile como en otros países.

Argumentó durante un foro que las ganancias (dinero) que los dueños obtienen de las minas no se están invirtiendo en la seguridad de esos centros de trabajo.

"Haré todos los esfuerzos para ayudar en todo lo que pueda", para mejorar las condiciones e incluso capacitar personal a través del proyecto El Milagro de los Mineros.
 
Sepúlveda insistió en que no quiere que "vuelva a pasar la tragedia" que atravesó él y  sus otros 32 compañeros, cuando quedaron atrapados a unos 700 metros de profundidad por 70 días, luego de un derrumbe en el socavón.
 
Para ello, dijo, necesita del apoyo de personas de poder y comunicadores. "Solo no lo puedo hacer, pero tampoco condenar a la industria minera, que ha hecho a muchos países solventes económicamente", agregó.

"La clave es hacer trabajo en equipo", reiteró.

"El dolor que llevo en mi corazón es porque en Colombia 29 compañeros murieron y en Nueva Zelanda hay otros bajo tierra, y por no tener mi propia ONG me tengo que quedar en casa", concluyó.
 
EFE