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MORIR DE HAMBRE

Ante la indiferencia mundial, 17 millones de personas están en peligro de perecer por inanición en el cuerno africano.

10 de junio de 1991

EN EL CUERNO AFRICANO, en el extremo oriental del continente negro, 17 millones de personas se enfrentan con la mayor hambruna del presente decenio. Pero la atención del mundo se centra en Bangladesh, donde un desastre natural ha producido cerca de 400 mil muertos, y en el Kurdistan, donde varios millones de curdos tratan de sobrevivir entre la espada de Saddam Hussein y la pared de las inclemencias del tiempo.
El toque de alerta fue dado por el presidente de Kenia Daniel Moi, quien dijo la semana pasada que los refugiados de Etiopía, Sudan y Somalia estan muriendo por miles día a día. La Organización de Ayuda Cristiana, con sede en Londres, agrega que cuando se trata de enviar ayuda al cuerno de Africa, no se encuentra suficiente respuesta en los países desarrollados.
Los analistas explican esa indiferencia con varias tesis. La más importante de ellas, es que en el mundo desarrollado predomina la conciencia de que los problemas de esos países provienen, no sólo de las dificultades para la producción agrícola, sino de la imprevisión de sus gobiernos, embareados en largas guerras civiles. En Etiopía y Sudan, el gobierno impide la llegada de los cargamentos de ayuda mientras los niños mueren de hambre en las calles. Somalia, entre tanto, ha dejado de funcionar como un país normal, tras la guerra civil que derrocó a presidente Barré, y los habitantes se encuentran abocados al caos institucional, que se traduce en la supervivencia del mas fuerte.
En esas condiciones, es difíci pensar que los refugiados del area, que son cerca de cuatro millones, pueda sobrevivir. A eso se agrega que el pasado febrero fue el mes mas caluroso de los últimos 30 años, y que las lluvias ha descendido en abril por debajo de lo niveles históricos. Por eso, los países vecinos, como Kenia, han tenido que eliminar sus propios programas de ayuda.
Por eso, el panorama mundial podría llenarse, a mas tardar a mediado del año, de esas imagenes insoportables de niños que mueren, lenta y dolorosamente, en medio de un mundo que nada en la abundancia.