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RUSIA

Muere el magnate ruso, enemigo de Putin

Boris Berezovsky murió en tan extrañas circunstancias que se sospecha suicidio.

26 de marzo de 2013

Boris Berezovsky murió el pasado sábado 23 de marzo en el exilio, siendo un enemigo de Putin, a pesar de que lo ayudó a llegar al poder. No se descarta un suicidio.

Este hombre llegó a ser el hombre más rico y poderoso de aquellos hombres que dominaron a Rusia después de la caída del imperio soviético y fue un aliado cercano de Boris Yeltsin, quien ayudó a instalar a Vladimir Putin como presidente. Sin embargo, Berezovsky se autoexilió tiempo después en Londres, tras una amarga pelea con el Kremlin.

Tenía solo 67 años y vivía cerca de Londres. En este país en 2012 perdió uno de los procesos judiciales más grandes de la historia, en el que se disputó más 5.000 millones de dólares con otro magnate ruso, Roman Abramovich, y cuyos costos judiciales fueron superiores a los 250 millones de dólares.

Un equipo especial de la policía está trabajando en el caso, incluyendo expertos en química, biología, radiología y ciencia nuclear, debido al pasado dudoso de otras muertes de magnates rusos. De hecho un aliado suyo, Alexander V. Litvinenk, fue envenenado con polonio.

En Londres, sitio en el cual se autoexilió y obtuvo el status de refugiado, Berezovsky había adoptado el mismo estilo de vida de un rico en Rusia, con chóferes y guardaespaldas. Pero recientemente se sabía que estaba vendiendo propiedades personales para pagar deudas relacionadas con el juicio, dentro de las cuales se cuentan un yate y la pintura de Andy Warhol "Lenin el Rojo".

En el juicio en el cual se oponían Berezovsky y Abramovich, se disputó sobre la venta de acciones en Sibneft, una compañía petrolera pero el oligarca ruso fue derrotado.

Además, los problemas legales de Berezonsky aumentaron con una demanda de su antigua novia, Elena Gorbunova, a quien él le debía cerca de ocho millones de dólares de la venta de una casa que tenían en Surrey (Inglaterra). La juez le ordenó también pagar alrededor de 53 millones de dólares en costos de abogado.

Un amigo del magnate que no se quiso identificar, dijo que Berezovsky estuvo "extremadamente deprimido" durante por lo menos los seis meses siguientes a la pérdida del juicio. "Él creía en la justicia inglesa y sentía que le quedaron mal", dijo el amigo.

Un portavoz de Putin aseguró que recientemente Berezovsky había enviado una carta pidiéndole perdón al presidente y permiso para volver a Rusia. "Hace algún tiempo, tal vez dos meses, Berezovsky le mandó una carta a Vladimir Putin, escrita de su puño y letra. En ella admitía que había cometido muchos errores y quería regresar", afirmó el portavoz.

Berezovsky era un matemático soviético que después de la caída del comunismo se dedicó a los negocios. Al tiempo que acumulaba una inmensa fortuna, se volvió muy influyente políticamente, especialmente con Boris Yeltsin. Cuando la carrera de Yeltsin estaba llegando a su fin, Berezovsky ayudó a la subida de Putin, un oscuro exagente de la KGB que se volvió presidente de Rusia en el 2000 y en mayo pasado volvió a la presidencia para un tercer período. Berezovsky voló a Londres, donde eventualmente ganó asilo político, después de levantar tensiones en Rusia al llamar a un golpe de estado en contra de Putin.

Berezovsky amasó su fortuna al principio en el negocio de carros, incluyendo un negocio que formó en 1993 con Aleksandr Voloshin, quien después se volvería el jefe de gabinete de Boris Yeltsin. Pero al igual que otros, los intereses de Berezovsky se extendieron a muchos sectores de la Rusia post soviética como petróleo, medios y Aeroflot, la aerolínea rusa.

Sobrevivió un intento de asesinato en 1994, un carro bomba en el que murió su chofer. El atentado lo conectó con un oficial de la KGB, Alexander V. Litvinenk, quien fue posteriormente envenenado por el isótopo radioactivo polonio 210 en Londres en noviembre del 2006.

Litvinenko, que estaba trabajando para la F.S.B., la agencia doméstica sucesora de la KGB, fue asignado para investigar la explosión y Berezovsky se convirtió en su mentor y después en su empleador. Lo ayudó a volarse de Rusia en el 2000, inmediatamente antes de que él también se volara del país para buscar asilo político en Londres.

El día en que fue envenenado, el primero de noviembre del 2006, Litvinenko venía de una reunión con varios rusos en un hotel en el centro de Londres, cerca de la oficina de Berezovsky. Allí se encontró con un exilado de Chechenia, Akhmed Zakayev (otro protegido de Berezovsky) y los dos se fueron juntos a casas vecinas en el norte de Londres, financiadas por el magnate.

Después de su muerte, y con problemas de salud en Londres, Berezovsky le quitó gradualmente el apoyo financiero a la viuda de Litvinenko, mientras ella presionaba para que se abriera una investigación sobre la muerte de su marido, investigación que comenzará en mayo.

Boris Abramovich Berezovsky había nacido en Moscú el 23 de enero de 1946, hijo de un ingeniero civil que trabajaba en construcción, en una época que la Unión Soviética se recuperaba de la Segunda Guerra Mundial. Estudió silvicultura y matemáticas en el Instituto de Ingeniería Forestal de Moscú.
Trabajó como ingeniero e investigador hasta finales de los ochenta. A mediados de los noventas sirvió en el Consejo de Seguridad Económica, de donde Yeltsin lo despidió en 1997.

Berezovsky y Putin habían sido cercanos. El primero le ayudó al segundo a llegar a la presidencia. Pero rápidamente hubo señales de que lo estaban desplazando. En octubre del 2000, solo 10 meses después de la renuncia de Yeltsin, a Berezovsky le ordenaron desocupar una enorme casa campestre perteneciente al gobierno y devolver las placas oficiales de su limusina. Ese año se fue para Londres.
En marzo del 2003, las autoridades británicas lo arrestaron y comenzaron un proceso que podría llevar a su extradición. Pero se le dio asilo después de demostrar que el gobierno ruso lo perseguía por motivos políticos.

En el 2007 fue condenado, sin su presencia, por estafa en una corte rusa y sentenciado a seis años de prisión. Además, tiene por lo menos diez casos en su contra. Pero, sin duda, el golpe más grande a su riqueza fue la pérdida de la demanda contra Abramovich. Luego de la sentencia, Berezovsky trató de aparentar tranquilidad. "Así es la vida", dijo a los reporteros el día en el que perdió dicha demanda en la Corte.

Queda por esclarecer si su muerte fue realmente un suicidio u otro extraño asesinato estilo ruso.