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MUERTE EN SANTIAGO

El asesinato de Jaime Guzmán podría desestabilizar a Chile.

6 de mayo de 1991

EL GOBIERNO CHILENO DE PATRICIO AYLwin, despertó el pasado 2 de abril ante la dura realidad de un nuevo escenario político donde la violencia parece ganar terreno. No era para menos. La noche anterior había sido asesinado el principal ideólogo del régimen del general Augusto Pinochet y actual senador por la derechista Unión Democrática Independiente, Jaime Guzmán Errázuriz.

Conocida la noticia del atentado, la tensión se hizo ostensible en Santiago. Guzmán fue internado hacia las 7:00 de la noche en el Hospital Militar luego de ser baleado por dos o más terroristas que lo esperaban a la salida del Campus Oriental de la Universidad Católica, donde daba cátedra de derecho constitucional. Murió tres horas más tarde mientras los médicos del Hospital Militar intentaban salvarle la vida. Un pequeño grupo de simpatizantes de extrema derecha se reunió frente al Hospital para invocar el golpe de estado militar e insultar a exponentes políticos y gubernamentales que acudían al sanatorio.

Hasta el cierre de esta edición nadie se había atribuido el atentado, descartadas varias llamadas anónimas que se recibieron en varios medios de comunicación.

El gobierno de Aylwin -formado por una coalición demócrata-cristiana y socialista- condenó en duros términos el atentado. La declaración de