Mujica planea hospedar a niños sirios en la finca presidencial

El presidente José Mujica le escribió una carta a Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, en la que le propone utilizar las amplísimas comodidades y enormes tierras (1.369 hectáreas) de Anchorena, la casa de campo del gobierno uruguayo, para una noble causa.

Si las Naciones Unidas aceptan la propuesta del gobierno uruguayo, unos 100 niños sirios, muchos de ellos huérfanos, que están en campos de refugiados de países de Medio Oriente, llegarán al lugar de descanso del mandatario uruguayo.

“Cuesta mucho salir del egoísmo nacional y circunstancial”, dijo el presidente, quien admitió que por el tamaño de Uruguay, de apenas 3,3 millones de habitantes, no va a poder “evitar una guerra, pero ¿qué hacemos, le tiramos unas bolsas de arroz y después que se las arreglen? Me parece que la humanidad tiene recursos como para hacer algo más”.

“La iniciativa del Gobierno es loable e interesante, y podría ser secundada por otros países latinoamericanos, provocando un efecto dominó de solidaridad con Siria", señaló la catedrática de Islam y Mundo Árabe en la Universidad Católica de Uruguay, Susana Mangana, en declaraciones a Efe.

Sin embargo, la idea de Mujica fue recibida con críticas por parte de la oposición, que señaló que la primera obligación del gobierno es ocuparse de los niños pobres de su país y que el presidente busca ganarse el premio Nobel de Paz con este tipo de iniciativas.

En una entrevista con AP a inicios de mes, Mujica no negó su interés en recibir ese premio, aunque declaró que no cree que se lo gane. “Yo no lo despreciaría. Son por lo menos 50 casitas para el (plan) Juntos, de esas que valen 20.000 dólares. Lo que le puedo decir es que yo no voy a recibir el premio Nobel porque soy demasiado contestatario. Pero si lo recibiera, así como me dan el cheque para ahí va. Para el Juntos. ¡Yo no necesito un mango (billete) de esos!”.