Home

Mundo

Artículo

| Foto: foto chessdom.com

MUNDO

Mundial de ajedrez: el campeonato donde no todos los países tienen el mismo derecho

El Mundial de ajedrez tiene mucho más que reyes muertos. La edición de este año ha desatado problemas relacionados con visas denegadas y oposiciones frente al uso de la abaya, túnica de las mujeres árabes. ¿De qué se trata?

28 de diciembre de 2017

Israel, Catar, Irán y Ucrania son los cuatros países que han tenido más protagonismo durante los juegos de ajedrez que las mismas fichas movidas. Todo empezó cuando algunos jugadores fueron privados de participar en el torneo de partidas “rápidas y relámpago” que se está llevando a cabo en Arabia Saudí desde el 26  hasta el 30 de diciembre.

Riad, capital del país anfitrión, rechazó otorgar los visados a Irán, Catar e Israel, generando tensiones regionales que solo pudieron ser resueltas con los dos primeros países, gracias a la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), que adelantó acciones para que los iraníes y cataríes pudieran participar. Sin embargo, el Estado hebreo no tuvo la misma suerte. 

En consecuencia, la Federación Israelí de Ajedrez reclamó una compensación financiera a la FIDE, pues cinco hombres y dos mujeres israelíes no pudieron ser parte del torneo, pese a que las reglas de la FIDE señalan que un país no puede impedir a los jugadores su participación debido a su nacionalidad. Pero la portavoz del ministerio de Exteriores saudí, Fatima Baeshen, aclaró a través de Twitter que: “El reino permite la participación de todos los ciudadanos (...) con excepción de países específicos con los que históricamente no ha tenido relaciones diplomáticas”.

De hecho, es común que los deportistas israelíes tengan que enfrentar ciertas dificultades cuando compiten contra países de la zona, dado a las relaciones de su país con los demás.

¿Y Ucrania?

El caso con el país europeo está directamente relacionado con las estrictas normas que rigen la conducta de las mujeres en Arabia Saudí.  La ucraniana Anna Muzychuck, doble campeona mundial de 2016 en modalidad ajedrez “rápido y relámpago”, expresó a través de su cuenta en Facebook lo siguiente:

“En pocos días voy a perder mis dos títulos mundiales, uno a uno. Solo porque he decidido no ir a Arabia Saudí; por no jugar con las reglas de otros, por no llevar abaya, por no tener que ir acompañada cuando estoy en la calle y, en resumen, por no sentirme una criatura secundaria. Todo esto es muy molesto, pero lo más decepcionante de todo es que a casi nadie le importa. Es un sentimiento realmente amargo, pero no lo suficiente como para que cambie mi opinión y mis principios. Lo mismo pasa con mi hermana Mariya (también ajedrecista de alto nivel)  y estoy muy contenta de que compartamos el mismo punto de vista. Y sí, para aquellos que les interese... ¡Volveremos!”.

Sin embargo, la FIDE logró acordar con el gobierno saudí que “la túnica árabe [abaya] sólo debe vestirse en los lugares públicos, como grandes almacenes o puntos de interés turístico. En el hotel, en los autobuses que van y vienen a la sede del torneo y en la propia sala de juego, no hay necesidad de llevar túnica alguna”.

A pesar de ello, la respuesta de Muzychuck parece ser contundente.