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NI TIMIDOS NI DIVIDIDOS

La mayoría de los puntos propuestos por los sandinistas para la declaración final del documento de los NOAL fueron aprobados.

21 de febrero de 1983

La declaración final sobre la situación política en América Latina aprobada el 15 de enero por el Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), responsabiliza a Estados Unidos por la crisis en Centroarnerica y respalda las propuestas de paz de México y Venezuela para el área.
Con un retraso de más de 48 horas y tras largas jornadas de discusión, la reunión de ministros de Relaciones Exteriores escuchó y aprobó la "Declaración de Managua" en la que se analizan particularmente los problemas de América Latina y el Caribe.
Los escollos surgidos el día anterior en torno a los problemas económicos fueron salvados al extender los alcances del tema prácticamente a todos los países del Tercer Mundo.
A juicio de los dirigentes políticos nicaraguenses, esta declaración final "constituye un éxito rotundo en nuestro país". En abono de esa tesis puede esgrimirse el hecho de que la mayoría de los puntos planteados por los sandinistas en calidad de anfitriones, fue aprobada.
Así, a a pesar de que algunas delegaciones insistieron en "no sentar a los Estados Unidos en el banquillo de los acusados-" la abrumadora mayoría de los NOAL coincidieron en responsabilizar al gobierno de Washington de la crisis de América Central.
En el texto final, por ejemplo, los cancilleres indican "su pleno apoyo, a las iniciativas de paz hechas por los gobiernos de México y Venezuela, por el gobierno de Nicaragua y por la oposición izquierdista salvadoreña para preservar la tranquilidad en la región".
Con respecto a Nicaragua, ponente del proyecto de resolución, el documento aprobado dice: "Los ministros denunciaron los actos de agresión contra Nicaragua, la financiación de acciones encubiertas, el uso del territorio de Estados Unidos y de los vecinos de Nicaragua para el entrenamiento de fuerzas contrarrevolucionarias ".
En ese mismo acápite, los ministros de los NOAL denuncian "la violación del espacio aéreo y aguas territoriales de Nicaragua por aviones y barcos de los Estados Unidos, todo lo cual ha resultado en acciones terroristas y de sabotaje llamados a derrocar al gobierno revolucionario, tomando un saldo de más de 440 nicaraguenses muertos, heridos o secuestrados".
El texto original presentado por Nicaragua, en el que se señalaba "el uso por los Estados Unidos del territorio de Honduras y Costa Rica para perpetrar estas agresiones" fue modificado formalmente. En vez de lo anterior, señala que "los ministros especificamente denunciaron los ataques sistemáticos que se llevan a cabo contra Nicaragua, desde el otro lado de su frontera norte, por parte de bandas armadas de ex miembros de la guardia somocista ".
Sin mencionar a Estados Unidos, el documento en esta parte expresa la preocupación del Movimiento de Países No Alineados por la existencia de un "plan deliberado para hostigar y desestabilizar a Nicaragua, según admitió públicamente una potencia extranjera". Se refería el documento al reconocimiento que hicieran el 2 de noviembre pasado altos funcionarios norteamericanos ante el"New York Times" sobre la participación de Washington en el financiamiento y organización de ataques contra comunidades del norte nicaraguense.
Por otra parte, fuentes oficiales de Managua comentaron que el apoyo de los NOAL a esta declaración final constituye una victoria indudable que responde al esfuerzo de los sandinistas por impedir un aislamiento internacional.
Como elemento concreto, las discrepancias en la discusión de la declaración final en ningún momento cuestionaron las posiciones de Nicaragua sino más bien buscaron dar un matiz menos severo a las acusaciones nicaraguenses contra el gobierno de Estados Unidos.
Entre las modificaciones que se hicieron, a iniciativa de los paises arabes, se destacó una mayor concreción en cuanto "al expansionismo militar israeli en toda la América Latina lo que se encuadra en los planes del imperialismo por hacer de Israel un subgendarme regional".
El documento final de la conferencia de Managua también propone hacer de las regiones de América Central y del Caribe zonas de paz, en lo que todos los delegados estuvieron de acuerdo.
En cuanto a Centroamérica, aparte de las resoluciones sobre Nicaragua, los ministros también coincidieron "en la necesidad de que la guerra salvadoreña se solucione por la vía del diálogo, dándole un reconocimiento de gran representatividad a los patriotas del Frente Farabundo Marti de liberación Nacional --Frente Democrático Revolucionario (FMLNFDR)", las fuerzas opositoras de izquierda en el Salvador.
Sobre Guatemala, los ministros acordaron resaltar "la profunda ligazón que tiene el actual régimen guatemalteco con el sionismo israelí que es el que les proporciona a los militares de Guatemala armas y asesoría para la represión".
En un ámbito más continental, los ministros se pronunciaron en torno al derecho "inalienable de Argentina a la soberanía de las islas Malvinas y en condena total al colonialismo británico y a la complicidad de los Estados Unidos en esta guerra".
Apoyaron así mismo el derecho de Belice a desarrollar su independencia sin interferencias, el de Bolivia a buscar sus cauces democráticos propios y "un apoyo que debe ser más decidido a los patriotas chilenos que luchan contra la dictadura".
Cuba fue otro de los que se consideró triunfador con la Declaración de Managua, ya que ésta exigió sin rodeos la suspensión del embargo comercial, la devolución de la base de Guantánamo, hoy en poder de Estados Unidos, y el pago de una indemnización al gobierno de La Habana por los daños económicos y sociales que dicho embargo ha ocasionado a ese país.
Finalmente, los NOAL reafirmaron el derecho de Puerto Rico a su autodeterminación e independencia. -
BUSCANDO EL INTERLOCUTOR VERDADERO
La cancillería nicaraguense no vaciló en abrir luegos contra el gobierno norteamericano poco antes de que comenzara la reunión del Buró de Coordinación de los NOAL en Managua. El 5 de enero, el ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Miguel D'Escoto, dirigió una nota al secretario de Estado norteamericano George Schultz, en la que consignaba protesta por lo que Managua califica como "agresiones sistemáticas contra nuestro país que parten del territorio de Honduras"
D'Escoto explicó que la protesta era enviada a Washigton y no al gobierno hondureno, pues "todos los problemas anotados son problemas entre Estados Unidos y Nicaragua en territorio hondureño" ya que Estados Unidos ha convertido a Honduras en una "inmensa base de operaciones contra Nicaragua" detallando a continuacón las numerosas agresiones de que ha sido objeto su país.
La nota enfatizó en los ataques que desde el pasado 28 de diciembre han realizado "los ex guardias somocistas que Estados Unidos arma, entrena y financia" y a quienes el gobierno y ejército hondurenos "permiten la utilización de campamentos en ese territorio".
El mensaje del canciller nicaraguense señaló también que el mismo 4 de enero "más de 150 contrarrevolucionarios atacaron en cuatro puntos diferentes a otras tantas poblaciones nicaraguenses, ataques perpetrados desde territorio hondureño". Se trataba de cuatro comunidades en el departamento fronterizo de Chinandega. En una de ellas en San Pedro del Norte, cayeron 35 obúses de mortero. "A nadie se le puede escapar las consecuencias que tales agresiones tienen no solo para Nicaragua sino para la paz de toda la región centroamericana" dijo la nota.
La decisión de los sandinistas de tomar como verdadero interlocutor a la Casa Blanca respecto de los problemas con Honduras, fue tomada cinco días después de que, gracias a una versión difundida por el prestigioso diario norteamericano "The Washington Post", el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), William Casey, reconociera ante un comité secreto de la Cámara de Representantes norteamericana que "existe una operación encubierta para derrocar al gobierno sandinista"
En aparente respuesta, el Departamento de Estado norteamericano expidió un documento que circuló el 13 de enero entre la conferencia de los NOAL, resumiendo los puntos de vista de Washington sobre la problemática centroamericana. Tal texto duramente enjuiciado por Isidoro Malmierca, canciller cubano, al acusar a Estados Unidos de haber "presionado y hasta chantajeado a algunos paises miembros del movimiento para boicotear cualquier resolución que diga las cosas por su nombre" -