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NO A LA OTAN

La mayoría de los españoles en contra de la permanencia de su país en la OTAN

16 de diciembre de 1985

En España no quieren a la OTAN. Lo que vienen diciendo las encuestas desde 1981, fue confirmado una vez más el pasado domingo 10 de noviembre. Medio millón de manifestantes marcharon por las calles de Madrid para pedir, como el 63% de la población, que el país pueda elegir mediante sufragio universal si España debe estar o no en la Alianza Atlántica. Según los sondeos, un 46% votaria contra la OTAN durante un referéndum
mientras que sólo un 19% estaría a favor de permanecer en ella.
La mayoría de los manifestantes del domingo eran jóvenes. Muchos de ellos cargaban muñecos de cartón que representaban a Felipe González y a Ronald Reagan, dado que el primero se pronunció hace unos días a favor de la permanencia de España en la OTAN, contradiciendo de este modo la posición que siempre ha tenido el gobernante del PSOE y la casi totalidad de los dirigentes de dicha formación política.
A la cabeza de la descomunal marcha de tres kilómetros de largo, en camino hacia el Palacio de la Moncloa, sede de la presidencia del gobierno, estaban Marcelino Camacho, dirigente de las Comisiones Obreras (CCOO, comunistas), Gerardo Iglesias, secretario general de uno de los tres sectores en que se halla dividido el comunismo español, y Ramón Tamames, uno de los coordinadores de los movimientos pacifistas del país.
Hace justamente cuatro años, los mismos 500 mil manifestantes habían tenido a la cabeza de la marcha a Felipe González, quien en los discursos de esa época se indignaba y denunciaba con ardor las intenciones del gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo de matricular a España en la OTAN.
Pese a todo, el gobierno de la Unión de Centro Democrático en diciembre de 1981, tomaba esa decisión. Consciente de que la mayoría de la opinión seguía estando en contra, Calvo Sotelo aseguró que España no entraría necesariamente en la estructura militar de la Alianza, distinción que probó ser puramente formal en junio de 1982, cuando en una "cumbre" de mandatarios de paises miembros de la OTAN, el gobierno de Madrid suscribió dos declaraciones relativas a la defensa y a las Fuerzas Armadas del país.
Los socialistas del PSOE desde noviembre de 1981 habian prometido al electorado que, en caso de llegar ellos al gobierno, organizarian un referéndum para que el pertenecer o no a la OTAN fuera decidido por el sufragio universal. No obstante, a medida que se iban acercando las elecciones, la cúspide socialista comenzó a soslayar dicha cuestión. En la actualidad Felipe González no sólo declara haberse pasado del "OTAN no" al "OTAN si", sino que se muestra hostil a la realización misma del referéndum.
Asi lo declaró durante una reciente visita a Cataluña, en la que explicó que después de dos años de trajinar en el gobierno ha llegado al convencimiento de que "los intereses de España estarán mejor defendidos" estando dentro de la OTAN.
El más feliz con la nueva postura del Mandatario es Manuel Fraga Iribarne, jefe de la oposición de derecha, quien desde junio pasado, cuando sostuvo su primera entrevista con Felipe González, viene eliminando asperezas entre su sector y el gobierno hasta el punto de que entre los dos bandos se llegó a un acuerdo para modificar los estatutos de la televisión pública. Es más, se rumora que durante un nuevo contacto entre Fraga y González, el 3 de octubre pasado, se sentaron las bases para una eventual colaboración contra natura entre la derecha y el gobierno sobre la cuestión del referéndum.
En un sondeo realizado entre el 19 y el 22 de octubre pasado, por el diario El País el 46% de las personas interrogadas se declaró a favor de un retiro inmediato de España de la OTAN, frente a un 19% partidario de permanecer allí. Un 67% se mostró pro referéndum, como el medio más adecuado para decidir el ingreso o no a la OTAN.
A nivel del PSOE, un 67% está a favor de realizar el referéndum y un 51% contra la permanencia de España en la OTAN, frente a sólo un 16% a favor.
Para Estados Unidos la decisión que se tome en España es de mucha importancia. El gobierno norteamericano dispone en el país de tres bases aéreas (Torrejón de Ardoz, Zaragoza y Morón), una base naval (Rota), siete estaciones de comunicaciones o de observación, un polvorín, un depósito de combustibles, una estación sismológica y meteorológica y un oleoducto de 780 kilómetros de longitud.
En esa infraestructura permanecen 12.500 militares, unos 1.700 civiles de nacionalidad estadounidense, y 250 aviones, 150 de los cuales son de combate. Los planes de Felipe González respecto de esa presencia de fuerzas son reducirlas progresivamente, a cambio de la permanencia de España en la OTAN, propósitos que vienen siendo discutidos entre Thomas Enders, embajador norteamericano, y el Ministerio de Asuntos Exteriores.
La fecha prevista inicialmente para realizar el referéndum es el 9 de marzo próximo; Felipe González puede escoger una de estas tres salidas, dadas las manifestaciones del domingo: efectuar un referéndum "claro y deliberativo", es decir, decisorio, como piden los manifestantes, o hacer el referéndum pero con base en una pregunta oblicua como "¿está usted a favor de participar en la defensa europea?" (que se beneficiaría de la corriente favorable al ingreso de España en la Comunidad Económica Europea), o renunciar de frente a dicha consulta.
Por lo pronto, Manuel Fraga es quien más empuja en favor de esta última opción, como se lo hizo saber a Lord Carrington, secretario general de la OTAN, este 22 de octubre. Los términos básicos del debate que se desarrolla entre uno y otro bando fueron resumidos por José María Maravall, ministro de Educación, por una parte, quien dijo que la salida del país de la OTAN "tendrá graves consecuencias para la paz y para la propia situación española". Enrique Curiel, un dirigente del PCE, anotó por la otra que "el interés nacional de España exige la salida, pues lo anacrónico es estar en la OTAN y lo moderno es construir un sistema de seguridad europeo, al margen de Estados Unidos".--