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Vista de un quiosco de venta de periódicos en Quito, Ecuador, donde aparece el diario El Universo, que abrió su edición con una portada mayoritariamente en blanco. | Foto: EFE

ENTREVISTA

"No nos vamos a autocensurar": Nicolás Pérez

Semana.com habló con uno de los directivos sentenciados a prisión y a pagar una millonaria multa a raíz de una demanda del presidente Rafael Correa por calumnia. ¿Fue una condena anunciada? ¿Qué pasará con el diario?

22 de julio de 2011

Esta semana, los tres principales directivos del periódico ecuatoriano ‘El Universo’, Carlos Pérez, César Pérez y Nicolás Pérez, y el exeditor de opinión, Emilio Palacio, fueron sentenciados a tres años de prisión y a una multa por un monto de 30 millones de dólares. El diario fue también sancionado con el pago de 10 millones de dólares.
 
El fallo contra el principal periódico opositor obedeció a una demanda del presidente de ese país, Rafael Correa, que acusó a los altos ejecutivos y al excolumnista de calumniar al publicar, a través de la columna NO a las mentiras, que el mandatario era un “dictador” y el responsable de los hechos ocurridos el 20 de septiembre pasado, cuando se presentó la escandalosa sublevación policial.
 
Tras conocerse la condena judicial, se intensifica el debate en Ecuador sobre la libertad de prensa y se incrementa la tensión entre el mandatario y los más influyentes medios privados de comunicación.
 
Y es que según Correa, se ha marcado un hito al derrumbarse "el mito de la prensa omnipotente, con patente de corso para hacer lo que le da la gana".
 
Semana.com habló con uno de los sentenciados, Nicolás Pérez, quien habló sobre lo que traerá la medida judicial al gremio de periodistas y al futuro del medio.
 
Semana.com: ¿Se arrepiente de haber publicado la columna, o lo haría de nuevo?
 
Nicolás Pérez: Para nada arrepentidos, lo haríamos de nuevo, en el futuro van a haber más columnas de este tipo.
 
Semana.com: ¿Esperaban que la condena fuera tan severa?
 
N.P.: Lo preveíamos, desde que Correa hizo su querella, pensamos que la sentencia iba a ser muy cercana a lo que ellos habían pedido. Las Cortes están en un proceso de transición, se conformó el Consejo Temporal de la Judicatura, se va a escoger nueva corte, los jueces de hoy quieren ser parte de esta, por eso no veo que un juez esté interesado en perder su trabajo, hay una presión natural sobre los jueces para no fallar contra el Gobierno.
 
Semana.com: ¿Cree que el juicio fue equilibrado, que el fallo fue dictado en derecho?
 
N.P.: El fallo no fue en derecho, no es posible. El juez asumió el caso 33 horas antes de haber emitido el fallo. Se puso al tanto de un proceso de 5.000 páginas, deliberó y tuvo tiempo para escribir una sentencia de 156 paginas. No hay tiempo para hacerlo a conciencia, creemos que la sentencia le llegó redactada.

Semana.com: ¿Después de esta condena, cuál es el panorama para los medios de oposición en Ecuador?
 
N.P.: Nefasto, de intimidación absoluta. La presión va a ser aún más audaz. El precedente ya está dado, es una sentencia que hace responsable penalmente a una persona por una opinión, por un delito de opinión, y además corresponsable a los dueños del medio y a una compañía anónima. Tiene un efecto intimidatorio, no veo que periodistas de otros medios independientes se sientan seguros para hacer su trabajo con tranquilidad.
 
Semana.com: ¿En los 90 años de historia de El Universo, ya habían tenido dificultades tan fuertes?
 
N.P.: Sí las hemos enfrentado en el pasado. En la dictadura de Federico Páez, en los años treinta. En los años cincuenta, el diario dejó de circular 13 días por un caricatura, una opinión gráfica.
 
Semana.com: ¿Es una coincidencia que también enfrenten ahora estas dificultades?
 
N.P.: Coincidencias, ningunas. Si vemos mas allá de la sentencia, de la reparación y de los castigos, que son impactantes, y vamos a la esencia de este caso, es el delito del desacato. La injuria está tipificada en el código penal ecuatoriano, pero la Constitución, impulsada hace dos años por Correa, dice que nos apegaremos a los convenios y derechos internacionales, por encima del derecho local. Las convenciones internacionales dicen que los delitos de opinión son una coerción a la libertad de pensamiento. El código es anticonstitucional. Correa y sus abogados usaron el desacato para calificar la opinión como delito, es una figura jurídica impuesta en las últimas dictaduras que ha desaparecido en la mayoría de los países, pero en Ecuador no.
 
El señor Correa usa una figura dictatorial para tener una sentencia favorable.
 
Semana.com: ¿Piensa que las condiciones están dadas para que en instancias judiciales superiores puedan tener un resultado favorable?
 
N.P.: Yo no creo que las instancias superiores tengan independencia, pero los ojos de todo el mundo, de todos los que les importa la libertad, de las instituciones internacionales, van a estar encima de ellos. Eso puede ser clave.
 
Semana.com: ¿Cuál es el golpe económico para el periódico. Reporteros sin frontera evoca el “efecto escalofrío”, con el que las reparaciones ruinosas obligan un medio a desaparecer?

N.P.:
El “efecto escalofrío” lo temo para otros medios, nosotros nos comprometemos a seguir trabajando, independientemente del poder, vamos a seguir incomodando al poder, exponer los problemas del Gobierno. No nos vamos a autocensurar, lo que sí va a pasar es que de afuera nos quieran tapar.
 
El futuro de la empresa, es difícil saberlo hoy. Si en última instancia confirman el fallo, no hay capacidad de pago, no tenemos ese dinero. La empresa económicamente no es tan grande. Lo que podría ocurrir es que el nuevo dueño termine siendo el economista Rafael Correa. Los 900 empleados que tenemos pueden quedar con puesto, la pregunta es para quién van a trabajar. ¿Para Correa y su grupo de asesores mediáticos?
 
Semana.com: ¿Cuál es ahora la estrategia de ustedes?
 
N.P.: Estamos contando con que toda la ciudadanía, y ojalá todos los defensores de la libertad, levanten su voz crítica y de resistencia contra el fallo. La presión regional que puedan recibir las Cortes de segunda y tercera instancia y el presidente, puede ser un factor determinante. Pedimos ponerle los reflectores al proceso que se viene.