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| Foto: SEMANA.

SEGURIDAD

La NSA puede grabar llamadas de todo un país

El gobierno de EE. UU. no quiso revelar la nación que es objeto de vigilancia por parte de la Agencia.

Alianza BBC
21 de marzo de 2014

El diario estadounidense The Washington Post reportó este 18 de marzo en primera página que el gobierno de Estados Unidos desarrolló un sistema que puede grabar todas las llamadas telefónicas realizadas durante en un mes en un país extranjero sin identificar.

El programa de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) fue creado en el 2009, según el periódico.

Se le conoce como 'Mystic' y, a diferencia de otros programas similares que se enfocan en los metadatos, este graba las voces, de acuerdo con la información del diario estadounidense.

El excontratista de inteligencia Edward Snowden, quien filtró detalles del sistema, prometió más revelaciones.

El gobierno se abstuvo de comentar sobre este sistema, mientras grupos de derechos civiles lo catalogaron de "escalofriante".

Por petición del gobierno, The Washington Post se abstuvo de nombrar el país extranjero afectado.

Acuerdo

El gobierno de Estados Unidos había anunciado el 28 de enero un acuerdo con grandes empresas tecnológicas de su país para permitir que sean más transparentes con sus clientes respecto a sus obligaciones de informar a las agencias de inteligencia del país.

El Departamento de Justicia informó que, con el acuerdo, las tecnológicas podrán publicar cada seis meses información sobre las órdenes administrativas solicitando información que reciben, las conocidas como “cartas de seguridad nacional”.

Además, podrán hacer público el número de cuentas de sus usuarios que resultan afectadas por tales peticiones, aunque redondeando, sin poder entrar en detalle.

Con el acuerdo Facebook, Google, Linked-In, Microsoft y Yahoo retiraron la demanda que habían presentado ante la Corte de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés) para poder revelar a sus clientes cuántas peticiones de información avaladas por orden judicial reciben de las agencias de inteligencia.

Los gigantes tecnológicos buscaban salir al paso del daño para su imagen que supusieron las revelaciones del exanalista de inteligencia Edward Snowden.