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Nueva Zelanda: dan por muertos a unos 100 atrapados en centro de TV

Se desvanecen las esperanzas de hallar con vida a unas 100 víctimas del sismo atrapadas en el edificio de una cadena de televisión.

Alianza BBC
24 de febrero de 2011

La policía de Christchurch, la ciudad más importante en el sur de Nueva Zelanda, informó que hay 226 personas desaparecidas tras el terremoto del martes y que muchas de ellas se encuentran en un solo sitio: el centro de televisión de la cadena local Canterbury TV (CTV).
 
Se calcula que hay hasta 120 personas atrapadas bajo las ruinas del edificio.
 
Allí no sólo se encontraban las oficinas del canal de televisión, sino además una escuela de idiomas y otra de enfermería. Entre las personas desaparecidas hay varios ciudadanos japoneses que estudiaban allí y personal del centro educativo.
 
El comandante de policía del distrito, Dave Cliff, dijo que podría haber entre 60 y 120 cuerpos debajo de los escombros del edificio de Canterbury Television y dijo que no hay posibilidades de que haya sobrevivientes.
 
Por tercer día consecutivo, los equipos de rescate buscan entre los escombros de Christchurch, pero han ido perdiendo las esperanzas de encontrar a personas con vida. Sin embargo, el superintendente Cliff afirmó que la prioridad sigue siendo la búsqueda de sobrevivientes.
 
"Los milagros ocurren y mantenemos eso en nuestras mentes. Este tipo de cosas hacen que uno siga adelante", comentó por su parte el socorrista Keith Norton.
 
Hasta ahora se han recuperado 98 cadáveres, que fueron trasladados a una morgue temporal. Pero el primer ministro, John Key, dijo que el número podría aumentar considerablemente.
 
Además, hay temores de que el hotel Grand Chancellor, que con 26 pisos es el segundo edificio más alto de la ciudad, termine por derrumbarse.
 
"Imposible sobrevivir"
 
Cientos de especialistas extranjeros en búsqueda y rescate -de Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Singapur y Taiwán- llegaron a la ciudad este jueves para ayudar a la policía y a los soldados a examinar los escombros, peligrosamente inestables.
 
Usan perros sabuesos, detectores de sonido, equipos de imagen térmica, micrófonos que se meten entre los escombros y cámaras para detectar cualquier signo de vida. El último superviviente fue hallado el miércoles por la tarde.
 
También se presume que entre 16 y 22 personas han muerto en la catedral de Christchurch, que perdió su torre y una sección del techo, informó Cliff.
 
"En este momento no tenemos contacto activo con alguna persona o algún indicio de señales de vida en donde estamos trabajando", dijo el coordinador de bomberos Jim Stuart Black.
 
La corresponsal de la BBC en el terreno, Rachel Harvey, informó que hay vehículos militares vigilando todos los caminos que conducen al centro alguna vez vibrante ciudad de Christchurch y que "más allá del cordón de seguridad hay una extraña calma".
 
"Las calles están vacías, excepto por pequeños grupos de expertos que asesoran a los trabajadores de rescate y búsqueda".
 
Otros esfuerzos se centran en aquellos que han sobrevivido. Se han instalado centros especiales en escuelas, iglesias y clubes deportivos para realizar donaciones y recoger suministros vitales de agua.

La identificación de los cuerpos sin vida se demora porque hay muchos quemados que, al no tener huellas dactilares, deben ser comparados con muestras de ADN de sus familiares.
 
Las autoridades insisten en que su operación sigue siendo de rescate y que los especialistas siguen buscando señales de vida.
 
El sismo dejó alrededor de 2.500 heridos, 164 de ellos de gravedad.