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El candidato republicano, Mitt Romney, en el tercer debate presidencial en Estados Unidos. | Foto: EFE

DEBATE

Obama y Romney se enfocaron en asuntos domésticos

Los candidatos Mitt Romney y el presidente Barack Obama hablaron de educación, desempleo y presupuestos.

22 de octubre de 2012

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su rival republicano, Mitt Romney, se desviaron de la temática de política exterior del tercer debate de hacia asuntos internos.

Ambos candidatos pasaron al menos diez minutos hablando de educación, desempleo y presupuestos, pese a que el moderador, Bob Schieffer, trató de reconducir el debate.

Preguntados por la situación de Estados Unidos en el mundo, Obama aseguró que las alianzas del país con otras potencias "nunca han sido más fuertes" y además subrayó que la reducción del presupuesto en defensa ha permitido comenzar a "reconstruir Estados Unidos".

"(Las alianzas) en Asia, en Europa, en África, Israel, nos han permitido tener una presencia militar sin precedentes, así como cooperación de inteligencia, incluyendo el manejo de la amenaza iraní. Pero lo que también nos ha permitido hacer es posicionarnos para que podamos comenzar a reconstruir Estados Unidos", dijo el presidente.

A partir de ese momento, la conversación se desvió hacia política interna y desempleo.

"Ese es mi plan: asegurarme de que estamos reconstruyendo la industria, que estamos creando puestos de trabajo aquí, como lo hemos hecho con la industria automotriz, no recompensar a las empresas que traspasan trabajos ultramar, asegurándonos de que tenemos el mejor sistema educativo del mundo", dijo Obama.

"Tengo una política para el futuro y una agenda para el futuro", replicó el candidato republicano.

"Cuando se trata de nuestra economía, sé lo que se necesita para crear 12 millones de nuevos empleos y aumentar los salarios. Y lo que hemos visto en los últimos cuatro años es algo que no quiero ver a lo largo de los próximos cuatro años", aseguró Romney.

Romney, además, aprovechó la oportunidad para recordar que el presidente estadounidense había prometido que en estos momentos el desempleo estaría en el 5,4 por ciento, mientras que se sitúa en el 7,8 por ciento.

"Hay 9 millones de empleos menos de los que prometió. Yo voy a hacer que Estados Unidos vuelva a funcionar", añadió.
 
EFE