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Barack Obama en el Gran Teatro de La Habana. | Foto: EFE

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"Vine aquí a dejar atrás los últimos vestigios de la Guerra Fría"

En un discurso de 40 minutos, el presidente de EE. UU., Barack Obama, aseguró que seguirá trabajando en mejorar las relaciones con Cuba. Y anunció que, nuevamente, pedirá al Congreso que levante el embargo.

22 de marzo de 2016

En el último día de su visita a La Habana, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo este martes un emotivo llamado a la reconciliación entre Cuba y su país, alejados durante medio siglo por la Guerra Fría.

"Vine aquí a dejar atrás los últimos vestigios de la Guerra Fría. Vine aquí extendiendo la mano de la amistad al pueblo cubano", afirmó Obama.

En el discurso, aplaudido en repetidas veces por el público que colmó el Teatro Nacional de La Habana, Obama aseveró que el embargo de su país sobre la isla comunista es "una carga obsoleta sobre el pueblo cubano".

Por esa razón, el presidente anunció que nuevamente pediría al Congreso levantar el embargo impuesto a Cuba en 1962, en plena Guerra Fría, pues "hiere a los cubanos, en vez de ayudarlos". Para Obama, al levantarse ese estado, podría ser más fácil hacer negocios en Cuba.

Obama invitó a los jóvenes de la Isla para que se levanten y construyan algo nuevo. "No van a alcanzar su potencial si no se hacen cambios aquí en Cuba", manifestó.

El estadounidense considera que la Isla necesita algunos cambios y que los cubanos deberían defender la libertad de expresarse "libremente y sin miedo".

En el discurso, en el cual citó varias veces al poeta y héroe cubano José Martí, también hizo un llamado a la reconciliación entre los mismos isleños, y se refirió al "sufrimiento" y al "dolor" de la diáspora cubana.

Esta alocución se da un día después de que el mandatario se reuniera en La Habana con el presidente de Cuba, Raúl Castro, para hablar sobre las relaciones de ambos países.

Obama aprovechó su histórico viaje para tratar temas tan sensibles como el de los derechos humanos, en un ambiente enrarecido por la detención temporal de decenas de disidentes cubanos que protestaron el domingo poco antes del aterrizaje del presidente estadounidense.

Aunque es la tercera vez que Obama se reúne con Castro para hablar sobre las relaciones entre las dos naciones, esta es la primera vez, en 88 años, que un presidente de Estados Unidos visita a Cuba.