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| Foto: A.P.

ESTADOS UNIDOS-CUBA

Obama abogará por mejor futuro y no un cambio de gobierno en Cuba

Por primera vez en 90 años, un presidente estadounidense visitará Cuba. La prisión de Guantánamo, los controles migratorios y la democracia en la isla serán los temas claves del histórico encuentro.

11 de marzo de 2016

El presidente Barack Obama no irá a Cuba a cambiar el gobierno, sino a abogar por un mejor futuro para el pueblo cubano, afirmó su principal asesor este viernes en Miami, donde escuchó inquietudes de los cubano-estadounidenses de cara al viaje.

Obama defenderá los derechos humanos y se reunirá con miembros de la sociedad civil y disidentes, sin restricciones, garantizó el asesor Ben Rhodes en rueda de prensa en Miami, Florida (sureste de EEUU), donde reside la mayor parte de la diáspora cubana en Estados Unidos.

Las declaraciones de Rhodes, pieza clave en los contactos secretos que llevaron al anuncio del histórico deshielo entre Cuba y Estados Unidos en diciembre de 2014, se producen luego de que esta semana el diario oficial Granma asegurara que Cuba dará la bienvenida a Obama, pero sin hacer concesiones ni renunciar a "uno solo de sus principios".

"No vamos a ir para tumbar al gobierno y poner uno nuevo", señaló Rhodes, al dar detalles del viaje de Obama a la isla del 20 al 22 de marzo, el primero de un presidente estadounidense en 90 años.

"Esta es una oportunidad para que un presidente estadounidense se pare en La Habana, Cuba, y hable al pueblo cubano, tanto en Cuba como en Estados Unidos (...) y diga cuál es nuestra visión del futuro en términos de la relación bilateral y lo que queremos para el pueblo cubano", dijo Rhodes.

Preguntas incómodas

Obama se reunirá en la capital cubana con un grupo de entre 10 y 15 disidentes, seleccionados por la Casa Blanca, que incluirá un amplia rango de opositores, tanto a favor o en contra del acercamiento. 

La lista no se ha cerrado, pero Rhodes puso como ejemplo a las Damas de Blanco como el tipo de organización que será invitada.

"Algunas personas harán preguntas incómodas. Necesitamos mostrar que estamos dispuestos a someternos al tipo de escrutinio que quisiéramos que el gobierno cubano aceptara", indicó.

Además de la agenda oficial, donde figura un encuentro con su homólogo Raúl Castro, Obama se verá con grupos de la sociedad civil y empresarios por cuenta propia, porque "queremos que las palabras del presidente le lleguen al pueblo cubano", dijo Rhodes.

Otra prioridad será permitir el acceso a la prensa independiente para que informe del periplo, que Obama realizará con una nutrida delegación de su gabinete, incluido el secretario de Estado, John Kerry, congresistas demócratas y republicanos, hombres de negocio y representantes de la comunidad cubano-estadounidense, dijo Rhodes.

Objetivo compartido

El asesor de Obama sostuvo durante la jornada encuentros para explicar los alcances de la visita del mandatario a la comunidad cubano-estadounidense en Miami, donde algunos exiliados y grupos anticastristras se siguen oponiendo a la apertura hacia Cuba.

En una de las reuniones en el Miami-Dade College admitió que hay "apasionadas diferencias debido a las historias dolorosas" de los exiliados, pero dijo que en definitiva todos "queremos lo mismo": un mejor futuro para los cubanos.

Obama debe llevar un mensaje de "esperanza y ánimo y pedir a los cubanos que entiendan que el cambio genuino no vendrá de afuera, sino de los corazones y mentes de los cubanos", dijo en un comunicado la Fundación Nacional Cubano Americana, la mayor organización del exilio, que albergó uno de los encuentros al que acudieron opositores de la isla de visita en Miami.

Rhodes reafirmó el compromiso de la Casa Blanca con los derechos humanos, pero dijo la situación de la isla también puede mejorar con mayor intercambio entre personas de ambos países y respaldando al naciente sector privado, lo que ha buscado Obama al flexibilizar sanciones en comercio y viajes a la isla.

"Hay una conexión entre ser empleado por cuenta propia y ser capaz de decir lo que se piensa, y hay una conexión entre la posibilidad de intercambios entre las personas y verse expuesto a diferentes ideas", señaló.

"El diálogo entre los cubanos, incluidos los cubano-estadounidenses, es a largo plazo (...) el elemento más importante que determinará el futuro de Cuba", agregó.