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| Foto: A.P.

ESTADOS UNIDOS - CUBA

El viaje de Obama a Cuba presiona al Congreso

La histórica visita que hará el presidente de Estados Unidos a Cuba en plena época electoral es la clara muestra de la intención de Obama para marcar la política del país.

20 de febrero de 2016

La decisión de Barack Obama de reunirse con Raúl Castro en Cuba el 21 y 22 de marzo, además de histórica, es políticamente muy diciente. Desde 1928, cuando Calvin Coolidge llegó a La Habana para participar de la VI Conferencia Panamericana, ningún presidente estadounidense había pisado la isla. De ese modo, Obama confirma la voluntad de acercamiento que viene gestando desde finales de 2014. En esa época, Estados Unidos y Cuba comenzaron acercamientos que culminaron con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. En julio del año pasado, el secretario de Estado, John Kerry, visitó la isla, y la semana pasada ambos países anunciaron el relanzamiento de los vuelos comerciales directos. A pesar de que será el tercer encuentro entre los jefes de Estado –los primeros fueron en Panamá y en la sede de la ONU en Nueva York–, esta será la primera vez que se realice en territorio no neutral.  Aunque el levantamiento del bloqueo sigue pendiente pues solo puede decidirlo el Congreso, con esta visita Obama no solo presiona al Legislativo sino que, a pocos meses de culminar su mandato y en plena época electoral, quiere marcar su legado histórico en cuanto a la reconciliación de los dos países.