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OCHO NO SON SUFICIENTES

Reunión cumbre sobre narcotráfico, suspensión de Panamá y creación de Mercado Común Latinoamericano, conclusiones de la reunión en Ica.

13 de noviembre de 1989

Sólo cinco líneas y media bastaron en la III Cumbre del Grupo de los Ocho, celebrada la semana pasada en la sureña capital peruana de Ica, para que los siete presidentes participantes en ella expresaran su posición frente a la gravedad del fenómeno del narcotráfico.

Una comprimida declaración de principios y pare de contar para un tema que, junto con la deuda externa y la situación panameña, concentró toda la atención previa y las expectativas de dos días marcados por la desorganización, las fallas técnicas en las comunicaciones y hasta flemáticos periodistas ingleses que jugaror ajedrez a la espera de más decisiones concretas y menos palabras. "Reite ramos nuestra firme decisión de luchar con todos los recursos disponibles contra la producción y el tráfico ilícitos y el uso indebido de estupefacientes y sustancias sicotrópicas Nos comprometemos a concertar políticas y métodos con el objeto de establecer nuestra acción frente a este problema, dentro del respeto a la soberanía nacional", afirmó el comunicado final de los Ocho en Ica en su punto 11.

El escenario era una carpa acondicionada para unas 300 personas en los prados del Hotel Las Dunas, en Ica.
Allí Barco habló del "nefasto flagela de la humanidad". El jefe de Estada colombiano expresó que los aparentes beneficios que indirectamente reciben los países latinoamericanos por el tráfico ilícito de estupefacientes son mucho menores que los perjuicios y "los costos directos que de él se ha derivado". Después hizo un recuente de las medidas adoptadas contra el narcotráfico y el terrorismo desplegado por los carteles de la droga, afirmando que las medidas de estado de sitio para combatir estos dos aspectos de un mismo problema han dado resultados positivos que no especificó pero que, indicó, "son bien conocidos por la opinión pública colombiana e internacional".

Aunque Barco no dijo nada nuevo, fue prácticamente el único que puso sobre la mesa una propuesta en el acto inaugural: la constitución de un grupo de trabajo para estudiar la inserción y armonización de las economías latinoamericanas en un mundo con fuertes cambios en este sentido.
Además, una de sus propuestas en las Naciones Unidas el mes pasado -la convocatoria a una Asamblea Especial de la ONU para discutir los aspectos de narcotráfico fue concretada la víspera de la clausura de la cumbre y confirmada desde Nueva York por el senador peruano y relator de esa organización mundial, Enrique Bernales, quien aseguró que esta se realizará en marzo del próximo año.

Mientras tanto el presidente Garcia negó durante una rueda de prensa final que hubiera mencionado en las reuniones de trabajo la posibilidad de un diálogo con los narcotraficantes, acción que llamó "inmoral", pues consideró que los traficantes de narcóticos son "criminales" y sólo se puede dialogar con quien está equivocado o actúa con afán altruista.

De paso, el mandatario peruano se retractó, también en este tema, sobre la inclusión inmediata de Europa en las conversaciones internacionales contra el narcotráfico, como habia manifestado el primer dia de la cumbre. La advertencia previamente hecha por García sobre el peligroso protagonismo político que los norteamericanos podian dar a este tema, contrarrestándolo con una convocatoria a los países de la Comunidad Económica Europea, dio paso más tarde a la tesis de que se debia ir por "partes", sopena que una convocatoria mayor desembocara en lo que denominó "asambleismo".
En medio de esta modificación a llamado a Europa, Garcia anunció que la reunión planteada con Bush podria ser, en primer lugar, en Cartagena o si no en la ciudad fronteriza bolivariana de Santa Cruz de la Sierra. Pero los norteamericanos, que respondieron inmediatamente a la invitación de Alan Garcia para integrar esa reunión inicial, habian mostrado interés en que fuera en Jamaica, Barbados o Caracas.

Pero sin lugar a dudas la decisión sobre Panamá y su permanencia dentro del Grupo fue el asunto más espinoso. Nada al respecto figura en el documento base, por cuanto el objetivo de expulsión del istmo del Grupo de los Ocho, impulsado por Perú una semana antes, quedó neutralizado en el transcurso de las 28 horas de la reunión. Se ratificó en el comunicado final la suspensión de Panamá y que se revisaria el caso en cuanto "se retornara al respeto a las garantías democráticas hoy absolutamente desconocidas", aclarando eso si el principio de no intervención y el cumplimiento de los tratados Torrijos Carter.
La deuda externa siguió los mismos tópicos de siempre. Se subrayó la importancia que para obtener recursos tiene el que se repongan cuotas del FMI "para fortalecer su capacidad financiera", dando como solución definitiva al problema principal de las dos últimas décadas a la corresponsabilidad con reducción de la deuda, que tenga como contraparte efectiva su valor real en el mercado secundario, la capacidad de pago y la necesidad de desarrollo de cada país.

La tan repetida integración regional si enseñó plazos, fecha y pasos que aparentemente se encaminarán al 92, tope para lograr consensos que sienten las bases para la comunidad política y económica latino americana.
Asi, el 4 y 5 de diciembre venideros, en Argentina, los cancilleres y ministros de Economia y Planeación prepararán un proyecto de programa de integración para la sustitución de restricciones cuantitativas por aranceles, reducción generalizada de estos, eliminación de obstáculos en los transportes y comunicaciones, armonización en todas las áreas y programas conjuntos de cooperación en ciencia y tecnologia. Ya para el tema de transportes y comunicaciones se dio un plazo de 60 días a los ministros respectivos para que se reúnan en Rio de Janeiro y traten en particular de las nuevas tecnologias y los sistemas de satélites, lo que podria llevar, según algunos, al satélite latinoamericano.

A tiempo que los Ocho condenaron toda forma de colonialismo en el continente, llamaron a Belice, Canadá, Cuba y Guyana para integrar la ONU, dejaron de lado toda posibilidad de ampliar su grupo. En la última rueda de prensa el presidente Garcia declaró a SEMANA que la ampliación de los Ocho ha sido su más caro deseo, para abarcar a todos los países latinoamericanos. Pero nada de esto quedó en el papel.
Una iniciativa de esa naturaleza corresponderá a nuevos lideres. Mientras han entrado los tres Carlos -Menen, Pérez y Salinas de Gortari como relevos de parte de los fundadores del Grupo, el año próximo serán relevados veteranos luchadores del mismo: Alan Garcia, José Sarney, Virgilio Barco y Julio Maria Sanguinetti.

Sean quienes fueren los representantes, la IV cumbre será en Caracas con Carlos Andrés Pérez como anfitrión. En esa oportunidad, Pérez podrá concretar sus criticas a las deficiencias y frustraciones del grupo. En los Ocho, Carlos Andrés tendrá la palabra que la semana pasada tuvo (y aprovechó ampliamente) Alan Garcia.