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OFENSIVA INESPERADA

Sorprendiendo por su nuevo poderío, la guerrilla izquierdista hace retroceder al ejército en varias localidades.

22 de noviembre de 1982

Nueve aldeas en dos provincias estaban en poder de las fuerzas rebeldes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) doce días después de iniciada la "ofensiva de octubre", lanzada por los guerrilleros para recordar el tercer aniversario del golpe militar del 15 de octubre de 1979 que diera origen a la actual guerra civil.
Pese al apoyo de la aviación y la artillería pesada, las tropas del gobierno tuvieron que regresar a Chalatenango, sin cumplir sus objetivos y "totalmente agotadas", como admitieron los mandos del ejército. En esta provincia, los guerrilleros ocupaban El Jícaro, Las Vueltas, San José y Las Flores, donde derrotaron a las tropas oficiales luego de intensos combates.
En la zona norteña de Morazán, el FMLN atacó la ciudad de San Francisco Gotera, con morteros y fusilería, sorprendiendo a las tropas gubernamentales por la retaguardia, al mismo tiempo que lograban el control de Perquín, Torola y San Fernando.
Por otra parte, las carreteras principales del país, eran teatro de otros combates, donde fueron quemados por el FMLN varios camiones de transporte y decomisadas grandes cantidades de alimentos.
Los propósitos de esta ofensiva guerrillera, según observadores locales, son los de golpear, en primer lugar, la moral del ejército, demostrar su poderío y en segundo lugar, recuperar armas, municiones y ocupar terreno. Pero a nivel político los objetivos de la ofensiva no son claros. El 16 de octubre, el excapitán Marcelo Cruz, quien se unió al FMLN en 1980, habló por Radio Venceremos y reiteró el ofrecimiento de buscar una salida política al conflicto.
Semanas antes el gobierno había anunciado la conformación de una "comisión de paz", para resolver el conflicto. Sin embargo, no se han dado señales de que tal propósito avance, quizás ante las presiones contrarias a una negociación con los guerrilleros que las principales organizaciones de extrema derecha están haciendo.
Sin embargo, la bizarra posición de estos sectores empieza a ser cuestionada por diversos sectores progubernamentales ante el hecho de que las fuerzas militares no están haciendo avances apreciables contra el FMLN, sino que, al contrario, se han visto obligadas a seguir esquemas defensivos. Por ejemplo, el ejército parece estar decidido a aplicar la táctica de no entrar a combatir en el terreno escogido por la guerrilla, para no tener mayores bajas, dejando a los aviones A-37 el hostigamiento constante a los irregulares y absteniéndose de emplear, sobre las zonas ocupadas por éstos, los helicópteros UH-1 suministrados por Estados Unidos.
Por su parte, el FMLN parece estar aplicando nuevas tácticas y usando mejor armamento. El comandante Jesús, jefe del Estado Mayor del Frente Norte Rebelde indicó el 19 de octubre que "ya no se trata de pequeñas acciones, sino que van siendo acciones de mayor envergadura y el ejército ha fracasado en todas las líneas tácticas y estratégicas que aplican en contra nuestra".
Pero mientras la ofensiva se desplegaba, en San José de Costa Rica fuentes allegadas al Frente Democrático Revolucionario (FDR), la alianza política opositora de izquierda en El Salvador, aseguraban que se adelantaban gestiones para transmitir al presidente salvadoreño, Alvaro Magaña, la disposición de los opositores a entablar negociaciones de paz. Por otro lado, la embajada norteamericana en San Salvador, respondía a las críticas de la ultraderecha del país, ratificando las declaraciones del embajador Deane Hinton en las que supuestamente anunciaba la iniciación de un proceso de diálogo entre el gobierno local y la guerrilla.
Y no menos importante ha sido considerada en San José la nueva visita que actualmente realiza a La Habana el expresidente costarricense José Figueres, quien en los últimos cuatro meses ha sostenido otras dos reuniones con el líder cubano Fidel Castro, llevando propuestas de paz para la región centroamericana.